Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

Amadou Ndoye por Gran Canaria. Crónica.

Jueves, 08 de Noviembre de 2007
Pedro J. Brissón
Publicado en el número 182

Amadou Ndoye llegó a las dos de la mañana al aeropuerto de Gran Canaria, pero antes que él salieron los europeos blancos sin tener que hacer cola en inmigración. Media hora más tarde subíamos al transporte que nos llevaría al norte de la isla, concretamente a Caleta de Arriba (Guía-Gáldar).


Amadou Ndoye señalaba los letreros de los lugares que íbamos dejando atrás. ¿Ya habías estado aquí? -le pregunté en varias ocasiones-. "No, lo he leído en los libros de tal o cual autor -me contestaba-. ¡Curioso!, todos los nombrados eran autores canarios, pero es que este ser humano universal es especialista en literatura canaria, y además, es profesor titular de la Universidad de Cheikh Anta Diop en Dakar (Senegal).

A la mañana siguiente recogía en Agaete a mi compañero y magnífico amigo Samir Delgado, promotor de la apretada agenda de Amadou.

Samir y yo coincidíamos en la enorme suerte de compartir horas de charla con una persona tan humilde, culta, nada presuntuosa y apegado a un amor inmenso hacia el prójimo.

Cuesta creer que un senegalés sepa tanto de literatura y cultura canaria, o quizás lo asombroso es que nuestro pueblo viva tan alejado a su propia realidad, y lo que deja perplejo a cualquiera es que Amadou Ndoye acerque nuestra literatura a los propios canarios, desmotivados y desinteresados por la lectura de los nuestros.

Tras su mirada noble y sincera está atrapado un hombre analista, buen conversador, educado y experto en relaciones humanas. Interesado en nuestro patrimonio, tanto etnográfico como arqueológico, visitamos diferentes enclaves históricos, y mientras sus ojos despiertos y curiosos escrutaban cada detalle de la piedra antigua, citaba a diferentes escritores canarios relevantes en el estudio histórico o sociológico: Víctor Doreste, Pedro García Cabrera, Víctor Ramírez, Saulo Torón, Cairasco, etc.

No todo podía ser trabajo, aunque el compromiso medioambiental lo siguiera, me explico: Domingo de madrugada, y de regreso a casa, nos encontramos con una pardela destartalada en medio del asfalto…pero bueno, esta es otra historia que alargaría demasiado esta crónica, sólo desvelaré que el ave tuvo un final feliz.

Creo que me quedo corto en elogios hacia este personaje relevante como escritor, profesor y crítico literario, que sabe desconectar; no, no es el termino más apropiado, más acertado sería decir que sabe distribuir sus vivencias compaginando sus compromisos con el placer. "Amadou, ¿te apetece bucear? -le pregunté el domingo (a Samir no hizo falta preguntarle, su mirada y su sonrisa ya lo habían delatado)-; “mi mujer me mata” -me contestó-. Y siguió añadiendo: “pero no puedo decir que no, porque para poder enseñar siempre hay que estar dispuesto a aprender”. Y se atrevieron, marcando una muesca más a sus diferentes experiencias.

El lunes tuvo su último acto programado en el Club de Prensa Canaria, acompañado del gran escritor Víctor Ramírez; presentaron conjuntamente los libros del escritor novel y alumno de Amadou, Mor Fatim Dieng. El tema de la muerte en Nos dejaron el muerto y del escritor italiano Sergio Alasia Dominio de la palabra en Nos dejaron el muerto.

El cantautor y escritor Isidro Santana nos acompañaba cuando nos despedíamos en el aeropuerto, su nuevo rumbo Fuerteventura, y más tarde La Laguna, en Tenerife. Y tras su marcha, recordaba una de las frases que solía decirme cuando debatíamos sobre la necesidad de la independencia de Canarias: “Hay quienes quieren enterrar a la sombra, pero la sombra jamás se puede enterrar”.


Pedro J. Brissón es Presidente de la asociación FAITA.


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