Revista n.º 1073 / ISSN 1885-6039

El disfraz típico de Néstor

Sábado, 5 de mayo de 2007
Jose Antonio Pérez Cruz (Teno)
Publicado en el n.º 155

En la sección dedicada a la Vestimenta de nuestro Foro se abrió hace casi tres años una línea de discusión sobre la vestimenta tradicional. De manera inevitable, entre otros temas afloró el Traje de Néstor. En este artículo reproducimos la intervención que en el foro realizó el investigador José Antonio Pérez Cruz, Teno, intervención que ilustramos con imágenes que nos ha hecho llegar el propio autor.

Foto Noticia El disfraz típico de Néstor


La obra gráfica de diseños sobre vestidos para obras de teatro, trajes de noche, actos y un sin fin de eventos, creada por Néstor Martín Fernandez de La Torre, es inmensa. El museo dedicado a su memoria y obra guarda un verdadero tesoro de unos modelos verdaderamente maravillosos, de otra época, muy fuera del contexto social en que vivía, pero muy de acuerdo a una linea personal, en cierta moda tan vanguardista que algunos parecen hechos para el futuro. A veces como una simbiosis entre Leyendeker, la personalísima imaginación de este genio y una corriente surrealista, dándole la mano a Tulouse Letrech.

 
La otra foto es de un grupo en el Teatro Pérez Galdós el día de la presentación del disfraz típico (1934). Jóvenes de buenas familias de la burguesía canaria.

Entre todos los bocetos hay dos que llaman la atención, más por el título y el enfoque a que iban dirigidos. Son las dos representaciones del disfraz típico de Gran Canaria. El modelo femenino en sí es muy bonito, tanto en la forma como en el colorido, si lo comparamos con el masculino. Lo que sucede que ninguna de las piezas que compone el traje tiene el más mínimo valor etnográfico. Un minúsculo sombrerito inspirado, con gran imaginación, a los que usaba la campesina de Gran Canaria. Un pañuelo de cualquier color, deliciosa y coquetamente amarrado con un lazo a un lado de la cabeza. Una preciosa blusa, que en su hechura estiliza el busto de la mujer, y unas naguas, con profusión de calados la superior, y otra que a manera de refajo se adornaba con bordados y cintas cosidas, formando dibujos inspirados en las antiguas pintaderas guanches. Para los delicados piés unos coquetos zapatos, con unos pompones de colores como los que tambien lleva el sombrero.

 
En esta foto se retrata Néstor con dos preciosas jovencitas, a las que el disfraz típico realza aún más su belleza. La imagen idealiza el traje exótico que debería representar a una isla, Gran Canaria metiéndola en un país de fantasía onírica.

Decididamente no aportó nada de lo realmente usado por las canarias para vestir, relegando la mantilla canaria como si fuera cosa de apestados, sin tener en cuenta que en la época en que dibujó los diseños la mantilla canaria campaba por su uso, tanto la negra como la blanca, esta última ya en regresión. Por las calles de la capital y pueblos de Gran Canaria se apreciaban las maravillosas siluetas de las féminas tocadas con el emblema patrio. A Néstor no le gustó, y eso que, cuando Guerra del Río solicitó a Néstor una carroza representativa de la región en el desfile de las fiestas conmemorativas de la segunda república en Madrid, utilizó tres mantillas negras y tres blancas, con las que tocó a las señoritas que iban en la carroza y en camellos. Aún no estaba gestado el disfraz típico. ¿Por qué no utilizó el emblema patrio de la mujer isleña para su disfraz típico? Lo más probable porque la encontraba pobre, y por la forma como se lleva, taparía gran parte del modelo. En cuanto al diseño masculino, más amanerado que el femenino, ya lo había utilizado, más o menos en forma para diversos personajes ajenos a la isla, como vemos en el traje que lleva "El lazarillo" en El fandango del candil (1927). Medias polainas, falda pantalón, y en general casi igual al disfraz típico. Remitámonos ahora al diseño para Paco (1929), que también sale en el "Programmme des representatiónas de madame Argentinita". La camisa y el chaleco está en la misma linea del disfraz típico. En Don Giovanni (1931) la falda pantalón es similar a la del disfraz típico pero más amanerada. El típico de Gran Canaria ya nos lo pone, en 1934, con una falda pantalón un tanto más discreta, pero en la linea de las anteriores, y muy fuera del diseo original de lo que son las nagüetas de Gran Canaria, a las que se encarga de menospreciar, colocándolselas a un pobre y vilipendiado Totorota, que en ciertos momentos era burla de desaprensivos.

 
Diseño de Néstor para el personaje "El Lazarillo" en la obra El fandango del candil (1927). Nótese la gran similitud que tiene el traje del personaje con el que preparó para el disfraz típico de Gran Canaria.


No voy a meterme ahora en las corrientes de protesta de la época en que con gran boato se presentaron los trajes en el Pérez Galdos, ni con la multitudinaria fiesta en la calle de Triana para lucimiento de la alta burguesia isleña. Néstor lo hizo sin malicia. Tenemos que retroceder en el tiempo y ver las corrientes de diseños, la manera de pensar, y más que nada la creatividad del autor. La camisa que él llevaba estaba toda bordada en la pechera con cuentas de cristal negras y azabache. Una maravilla muy lejana, pero a millones de años luz de las camisas de los antiguos canarios. Fue una idea que se creó. Se hizo con mucha ilusión, pero sin objetividad. Ahora, 73 años después de las fabulosas fiestas y promoción de los diseños del disfraz típico, estamos comiendo el cerebro por qué sí o no. Deberiamos dejar esos diseños como una obra del genial pintor, junto a los centenares que hizo, pero no enmarcarlos dentro de la orla de la identidad canaria, que es algo más que unos bocetos de despacho.

 
Aquí tenemos el cartel anunciador para la difusión de disfraz típico de Néstor, en la segunda presentación donde se convocaba para la fiesta de fin de año. Especifica los comercios donde comprar las piezas del traje. Tiendas, sastres, artesanos y sombrererías.


Pueden alegar que ciertas agrupaciones llevaron el traje de Néstor como bandera por todas las naciones, representando a Gran Canaria; entonces se mintió, se dió una imagen falsa. Si quieren ponérselo para actuaciones y danzas, que lo hagan. No se le va a poner ningun puñal o naife a nadie en la espalda para que no se atrevan, pero que se diga: primero, que no tiene ningún valor etnográfico; segundo, que jamás se usó por los antiguos canarios; y tercero, que la degradación actual de los diseños del disfraz típico del Gran Néstor es tan grande, que poco tiene que ver con los originales. En una exposición de trajes del disfraz típico que se llevaron a finales de 1934 en la presentación, pude admirar la maestría con que estaban hechos, buenas telas, una confección impecable, de manera artesanal. Calados trabajadísimos, botones de hilo. En conjunto la muestra muy bonita, adobada con paneles de fotos de la época. Disfruté, pués las exposiciones de este tipo tienen un aura de mito, de ilusiones y alegrías que están latentes.

 
Rondalla típica "La Siciliana" luciendo el disfraz típico de Néstor. Actuó en presentación del traje en el teatro Pérez Galdós. Grandes músicos, que después serían base para formar agrupaciones folklóricas como "La Guanarteme". En su toque y cantos, interpretaban el estilo de Gran Canaria de una manera magistral.

Néstor, un genio irrepetible. Su obra un tesoro. Su disfraz típico en un rincón aparte, pero sin olvidarlo.

Para más información ver el capítulo sobre el disfraz típico de Néstor en el libro 'La vestimenta tradicional en Gran Canaria', de José Antonio Pérez Cruz publicado por la FEDAC en 1997.
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