El pintoresco municipio de Puntagorda, de 31,10 km2 de superficie y a unos 600 metros sobre el nivel del mar, se encuentra situado al Noroeste de la bella Isla de La Palma, a una distancia de 60 kms de la capital. Con una población que no llega a los 2.000 habitantes, se trata de un pueblo típico del mundo rural de Canarias, rodeado de bosques de pinos, almendros y otros árboles frutales. Su precioso paisaje natural está salpicado de antiguas casas canarias, muchas de ellas rescatadas para dedicarlas al turismo rural, restaurantes, lugares de ocio… El casco urbano ofrece atractivos rincones, sobre todo durante la floración de los almendros -árbol tan generoso en tiempos difíciles-, pudiendo contemplar esta riqueza paisajística desde el gran número de miradores existentes, como el de Miraflores o el de Fátima. Son lugares de obligada visita la iglesia de San Mauro Abad, las calles del casco y el espléndido ejemplar de pino canario conocido como Pino de La Virgen. Su costa está considerada como un espacio natural protegido y está formado por una amplia franja costera, con una altura media entre los 200 y 250 metros. También se debe visitar la zona recreativa “El Fayal”, que constituye un espacio de ocio bajo sus impresionantes pinos. Los aledaños de la primigenia ermita de San Mauro -o San Amaro el Viejo, como antiguamente se conocía al patrón del municipio-, erigida a principios del siglo XVI y declarada Bien de Interés Cultural, y la zona de tabaibas y cardonales son lugares de espléndida belleza; sus dragos -como los famosos de El Roque-, sus molinos de viento, sus casitas con aljibes, los barrancos de Izcagua y Garome... Todo el municipio es ideal para realizar trayectos cortos por caminos de suaves pendientes, por ello se ofrecen rutas guiadas, acampadas y actividades en la naturaleza. Puntagorda es muy famosa por su repostería derivada de la almendra de producción local -de obligada visita es el Mercadillo del Agricultor-, pero sobre todo por la belleza de sus paisajes y amabilidad y alegría de sus paisanos.
Puntagorda es un municipio que no se concibe sin sus almendros, mucho menos cuando estos están en flor. Cuando la floración alcanza su máximo esplendor los puntagorderos lo celebran de esta peculiar manera y rinden así pleitesía a su patrón San Mauro Abad, cuya onomástica se celebra el 15 de enero, aunque las Fiestas Mayores son en agosto. Este sabroso fruto condiciona y personifica sus fiestas, de ahí que su gastronomía y su paisaje así lo reflejen. Son muy conocidos sus almendrados, sus quesos de almendra, su miel, sus “vinos de tea”, sus bollos de leche… y también sus hortalizas, plátanos, aguacates, flores ornamentales…
Precisamente para tributar homenaje de gratitud a la naturaleza, siempre generosa con esas tierras palmeras, el pueblo orgulloso se une para festejarla en sus ya célebres “Fiestas del Almendro en Flor”. Unas celebraciones que se hacen coincidir con el momento en el que el paisaje se halla cubierto por el blanco y rosa de los delicados pétalos de la flor de los almendros, que tanto abundan en la comarca y hecho que ocurre a finales de enero o principios de febrero.
Desde 1977, por acuerdo del Ayuntamiento, el 19 de enero de ese año, en los meses de enero-febrero, dependiendo de la floración, se organizan verbenas, degustación de almendras preparadas de diferentes maneras y festival poético-folklórico. En los últimos años, por la proximidad del Carnaval, han aparecido los tradicionales polvos de talco.
Se espera que los visitantes sobrepasen los diez mil, o sea, que el municipio triplique su número de habitantes durante los festejos. Este año se cumple su vigésimo novena edición. Constituye uno de los referentes festivos y culturales más importantes de la comarca Noroeste de La Palma, y conmemora el valor económico y social de un cultivo que hace más de cuarenta años constituía el pilar fundamental de la economía local.
Durante el día hay música y bailes tradicionales, reparto gratis de vino y almendras de la zona, puestos de venta, ventorrillos, baile, y música en las calles. La mayor concentración de población se sitúa en el barrio de El Pinar. En él se lleva a cabo la “Fiesta del Almendro”. En las casas de comida se ofrece carne de cerdo, cabrito y conejo, papas arrugadas, gofio amasado y queso tierno “del país”. Ya por la tarde y durante la noche, la música de las verbenas hace que el baile se prolongue hasta el amanecer. Unas fiestas que en esta edición de 2006 se celebran los días 3, 4 y 5 de febrero y están organizadas por el Ayuntamiento de Puntagorda, con la colaboración del Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma, y el patrocinio de CajaCanarias y la Caja Rural de Tenerife.
En esta edición, los festejos arrancan con el Tercer Concurso de cascada de almendras para la Tercera Edad el domingo 29 de febrero, para continuar el viernes 3 de febrero con torneos de fútbol sala masculino (a partir de las 17:00 en el Polideportivo El Roque) y con un encuentro de batucadas (de El Paso y Tijarafe). Tras la clausura de la Copa del Cabildo Insular de fútbol sala femenino 2005-06 en aquel polideportivo a partir de las 16:00, comienza la verbena en la Comunidad Cuatro Caminos con las orquestas “Hermanos Chávez” de La Gomera y “Tropical” de La Palma. También a las 22:00 horas, pero en la calle, se suceden las verbenas con las orquestas “Wamampy”, también de la isla colombina y “Los Geniales”. El domingo 5 de febrero se inician los actos para los más pequeños en el Colegio Eusebio Muñoz con los castillos hinchables. Hay exposiciones de artesanos de Tazacorte (pueblo invitado en esta edición) y otra de bordados de la Asociación Socio Cultural “Los Dragos” de Puntagorda. Las mismas orquestas son las encargadas de amenizar la fiesta. Desde las 12:00 a las 15:00 horas, en la Cancha Deportiva de El Pinar, tiene lugar el Festival Musical con la actuación de la Agrupación Folklórica “Echentive” de Fuencaliente, “Los Diamantes de Santa Rosa” de Tenerife y los poetas Manuel Plata “Bejeque” y Genaro Miguel Morales Díaz, los verseadores Joseíto, Yapsy y Sabino con los músicos Pedro Pérez (guitarra) y Chanito (laúd). Los verseadores prueban su ingenio creativo interpretando décimas y puntos cubanos que hacen las delicias de los presentes.
Como es costumbre, la “Fiesta del Almendro en Flor” se dedica a un pueblo de La Palma, eligiendo este año a la Villa y Puerto de Tazacorte, que es representado por su Ilustre Ayuntamiento.
Durante todos los actos, tiene lugar la exposición y degustación de los productos derivados de la almendra, como el tradicional “bienmesabe”, a cargo de las “Alegres Campesinas”, y se reparten también almendras y el famoso “vino de tea” entre todos los visitantes por jóvenes ataviadas con los vistosos trajes típicos de la comarca.
Después de que se hiciera en algunas ediciones, finalmente el Ayuntamiento de la localidad ha prohibido expresamente el lanzamiento de los polvos de talco, tan utilizados en los Carnavales de La Palma.
En palabras de su alcalde don Vicente Rodríguez Lorenzo: “el alborozo, la diversión, el respeto y el amor que sentimos los puntagorderos por nuestro paisaje, fruto del trabajo de nuestros antepasados y que todos queremos conservar como seña de identidad y legado para que las futuras generaciones no tengan que recurrir a otras formas de ser y de vivir” advirtiendo que “este municipio afronta el paso de los años trabajando por mejorar nuestra calidad de vida, pero sin perder su autenticidad”.