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Miércoles, 20 de Septiembre de 2006
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 123
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico que preside Pedro Luis Rosales, ha invertido en la cuidadosa restauración de los vitrales acometida en un taller de Zamora más de 200 mil euros.
El Cabildo de Gran Canaria, a través de su Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, iniciará a principios del próximo mes de octubre la instalación de las vidrieras de la Iglesia de San Juan Bautista de Arucas, que han sufrido un importante proceso de restauración en el taller artesano especializado Ars Vitraria de Zamora. El conjunto de vitrales restaurados del templo neogótico ubicado en el casco histórico del municipio de Arucas llegará a la isla de Gran Canaria desde la Península a finales del mes de septiembre, e inmediatamente se procederá al cuidadoso proceso de instalación en los distintos cuerpos del edificio de donde fueron retiradas el pasado año para ser rehabilitadas por el Cabildo grancanario, Corporación que paga el cien por cien de esta restauración cuyo coste asciende a algo más de 200 mil euros (unos 32 millones de las antiguas pesetas).
Durante el mes de octubre se llevarán a cabo los trabajos de la instalación de las vidrieras en el templo, por parte de los técnicos de la empresa zamorana restauradora, que -a su vez- serán inspeccionados por los técnicos de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo grancanario. Este proceso durará aproximadamente unos veinte días.
La Directora de Rumbo Norte, María Australia Navarro de Paz, expresó su “satisfacción por llegar al momento de los hechos, en los que la culminación real de los compromisos adquiridos hace ahora justamente un año por el Cabildo de Gran Canaria con el Norte de la Isla y, en este caso concreto, con la Ciudad de Arucas, se pueden palpar y constatar con resultados brillantes y efectivos, como lo estamos demostrando ahora, con actuaciones como la ejecutada en la Iglesia de San Juan Bautista de Arucas, entre muchas otras que componen el programa insular Rumbo Norte, y que muy bien conocen cada uno de los diez municipios de la Mancomunidad del Norte de la Isla”.
El proceso de instalación durará unos veinte días, y se realizará con la ayuda de grande andamios y grúas telescópicas.
Por otro lado, el estado de las vidrieras, según señala el maestro vitralista, Javier Lozano, gerente de Ars Vitraria, estaban -en general- en “buen estado, aunque todas ellas, especialmente las de la nave, estaban muy sucias por depósitos de polución, estando más afectadas las del triforio por depósitos orgánicos, humedades y sales que han descompuesto en gran medida la estructura perimetral, realizada en hierro, así como el resto de los elementos férreos de fijación de las mismas”. Las vidrieras del tempo de San Juan Bautista de Arucas, que fueron construidas a lo largo de quince años, también estaban rotas en algunos casos con pérdida de parte o de la totalidad de sus coloristas vidrios, realizados con colores de mufla por la casa francesa de los hermanos Mauméjean durante la primera década del pasado siglo XX.
Lozano también indica que el viento ha sido el causante del deterioro que han venido sufriendo algunas unidades del templo de las fachadas este y sur, produciendo el abombamiento y deformaciones de los vitrales, como la que se encuentra en la lanceta de la fachada sur con la inscripción: Regina Martyrum.
En el proceso de restauración de las vidrieras han participado equipos de químicos y geólogos, y algunas de sus muestras han sido analizadas en los laboratorios de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca. Según explica Javier Lozano, el minucioso trabajo de restauración se ha llevado a cabo siguiendo los criterios del corpus vitrarum mediaevi, con materiales a base de resinas eposídicas, actualmente más adecuadas con el mismo índice de refracción que tiene el vidrio y que –además- son reversibles.
Las vidrieras restauradas se trasladarán en barco a la isla de Gran Canaria. Las piezas llegarán debidamente clasificadas y numeradas, para su posterior montaje en Arucas. Los técnicos trabajarán los veinte días que durarán aproximadamente la fase de montaje en andamios que se instalarán en el interior del templo, y en algunas zonas será necesario el uso de grúas telescópicas que facilitarán el acceso a las zonas más altas.