Revista n.º 1080 / ISSN 1885-6039

No nos roben Tenderete.

Jueves, 9 de marzo de 2006
Nicolás Guerra Aguiar
Publicado en el n.º 95

Si bien es cierto que la deuda acumulada por aquel medio televisivo impone imprescindibles reducciones de gastos, tampoco podemos permitir los canarios que la frialdad de reajustes económicos reduzca a la nada no sólo un programa de más de treinta años sino -y sobre todo- lo que significa desde el punto de vista de la identidad del pueblo que encuentra sus raíces en la tradición popular apuntada.

Foto Noticia No nos roben Tenderete.



Tienen los pueblos una tradición cultural que, las más de las veces, es poco conocida porque se considera parte de un reducto de elemental formación ilustrada y que, por tanto, aunque se estime como algo propio no debe trascender más allá de sus naturales limitaciones. Y aunque a veces los llamados intelectuales acuden a ella ya para buscar fuentes de información, ya para ir de progres, lo cierto es que marcan distancias desde las iniciales arribadas y dejan claro que una cosa es la utilización de lo popular en momentos concretos y otra bien distinta que se les identifique con las clases más bajas.

Desde lo literario, es bien cierto que en la poesía canaria actual no son frecuentes los romances (salvo Monzón, Lezcano...) a pesar de la riquísima tradición oral, por suerte hoy recuperada. Sirvan como ejemplos las publicaciones desde La Flor de la marañuela (1969) hasta los exhaustivos y rigurosos trabajos de investigación y recopilación del doctor Trapero (romances de Gran Canaria, El Hierro...), y con quien Canarias tiene un gran compromiso porque aquél caminó caminos sobre las Islas para encontrar y dar a conocer la extraordinaria riqueza que publica bajo el nombre de “Romanceros”. (Añado -porque es de justicia- el trabajo que sobre el particular realiza la profesora galdense doña Nivaria Godoy, con cuyos alumnos ha recopilado romances casi perdidos en el noroeste grancanario).

Otro de los elementos que forman lo que tradicionalmente se ha llamado el acervo de un pueblo (conjunto de bienes morales, materiales o culturales) está representado por la música popular. Adjetivo este que, tampoco, tiene que ver con vulgar, impropio, ordinario o corriente puesto que, en esencia, se refiere a lo que sale del pueblo, a aquello que lo define, que es conocido y cuya implantación está extendida en los distintos estratos que forman nuestra sociedad.

La música popular en Canarias estuvo -hasta la llegada de Los Sabandeños- encerrada en sus propias limitaciones, más condicionada por los espectáculos que se montaban lunes tras lunes para los chonis desde su llegada a los muelles en los elegantes Castles: era el dominio colonial. Pero a partir de los iniciales setenta se produjo una explosión que arraigó de inmediato como elemento definidor de un pueblo que empezaba a sentir los primeros pálpitos de su autenticidad.

Y aunque hoy ha vuelto a las limitaciones de actividades festivas (romerías), lo cierto es que el pueblo canario tuvo en sus manos un elemento de identificación tan importante que pudo haber distorsionado esquemas tradicionales de gobierno. Es el caso, por ejemplo, de Tenderete, programa de TVE en Canarias que inició Cutillas y que empezó a sensibilizar a quienes, tras la dictadura, miraron hacia el interior de las Islas -a la manera de los tradicionales nacionalismos- para descubrir los elementos definidores de un pueblo que se encontraba al pairo y en la más absoluta de las despersonalizaciones. Pero no ayudaron los políticos -ni tan siquiera los supuestos nacionalistas-, por más que se trataba de un vínculo cultural de vital importancia para entrar en la profunda esencia de la canariedad.

A este reencuentro con la tradición lírico-musical en Canarias contribuyó también el doctor Trapero con sus investigaciones y, fruto de otro trabajo, es ese monumento de la riqueza popular que se llama Lírica Tradicional Canaria (1990), poesía autóctona que da letra a composiciones musicales de honda presencia en nuestra tierra (isas, folías, malagueñas, seguidillas, tanganillos, mazurcas, polcas, santodomingos, bailes del vivo, berlinas, sorondongos, sirinoques, estribillos).

Y todo esto, con lo que significa para los canarios, está en peligro de desaparición con el plan de saneamiento de RTVE que pretende dejar a TVC con sólo un programa de producción propia (Telecanarias). Y si bien es cierto que la deuda acumulada por aquel medio televisivo impone imprescindibles reducciones de gastos, tampoco podemos permitir los canarios que la frialdad de reajustes económicos reduzca a la nada no sólo un programa de más de treinta años sino -y sobre todo- lo que significa desde el punto de vista de la identidad del pueblo que encuentra sus raíces en la tradición popular apuntada.

Imagen de cabecera del Programa La bodega de Julián, de TvCanaria.Bien es cierto que la TVC ofrece a la misma hora del mismo día otro programa de música canaria, La bodega de Julián, conducido con rigor y profesionalidad por un ex sabandeño, don Julio Fajardo, espontáneo, natural y conocedor en profundidad de lo que tiene entre manos. Pero no podemos olvidar que Tenderete tiene ya tres trienios de vida y que su presentador, don Antonio Betancor, ha sabido tocar la sensibilidad de los televidentes con otra manera de conducir el programa. Su rostro -relajado, distendido- y su palabra serena y muchas veces coñona nos llevan y hacen vibrar nuestras auténticas sangres de nacionalidad. Por tanto, el Gobierno canario y el PSC no pueden permitir el dominio de uno sobre otro ni el expolio de Tenderete: ambos programas son nuestros, como nuestro es el sentimiento de ser canarios, algo que -lógicamente- desconoce Madrid. Yo, ya ven, les regalo a cambio Telecanarias, espacio promocional de políticos de turno con mínimo arraigo -ambos dos- en el pueblo.

Debes indicar un comentario.
Debes indicar un nombre o nick
La dirección de mail no es valida

Utilizamos cookies, tanto propias como de terceros, para garantizar el buen funcionamiento de nuestra página web.

Al pulsar en "ACEPTAR TODAS" consiente la instalación de estas cookies. Al pulsar "RECHAZAR TODAS" sólo se instalarán las cookies estrictamente necesarias. Para obtener más información puede leer nuestra Política de cookies.