La Cueva Pintada, que da nombre al yacimiento, forma parte de un complejo de cuevas excavadas en la toba volcánica. Está decorada con motivos geométricos que la convierten en la manifestación más genuina de la pintura mural prehispánica, siendo un testimonio excepcional de la expresión artística y simbólica de los antiguos canarios.
Fruto de las excavaciones realizadas en este lugar desde 1987 hasta la actualidad, la Cueva Pintada queda ahora integrada en un poblado de más de cincuenta casas y cuevas artificiales, fechadas entre los siglos VI al XVI.
El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada propone un recorrido que se inicia con una proyección estereoscópica en alta definición que introduce al visitante en el mundo indígena y los acontecimientos vividos en la isla a finales del siglo XV.
En las salas de exposición permanente se muestra una escogida selección de las colecciones arqueológicas recuperadas en el yacimiento. Los ídolos, las pintaderas y los recipientes cerámicos decorados, las industrias líticas y óseas, entre otros muchos ejemplos, configuran un repertorio diverso de extraordinario valor. A los conjuntos claramente prehispánicos, se incorporan otros elementos tardomedievales importados a la isla y que proceden, en su mayoría, de la Península Ibérica. Entre ellos destacan las series de cerámicas fabricadas a torno, las monedas, los objetos metálicos y los vidrios.
Una segunda proyección en formato panorámico invita al público a recorrer el yacimiento, que se ha transformado en la gran sala del Museo. Los vestigios se contemplan desde una pasarela que rodea el poblado y que permite a los visitantes observar con detalle las casas y cuevas indígenas. Esta perspectiva nueva y sugerente se complementa con la posibilidad de transitar por la recreación de varias viviendas reconstruidas a partir de los datos arqueológicos disponibles. No cabe duda de que la contemplación de la Cueva Pintada se convierte en uno de los momentos más intensos y esperados de la visita.
El objetivo primordial del proyecto Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada ha sido devolver este excepcional enclave a la sociedad a la que pertenece, garantizando su conservación y haciéndolo comprensible. Sin embargo, el Museo aspira también a ser un centro de investigación desde el que trabajar para responder a los muchos interrogantes que aún quedan por desvelar en torno al pasado prehispánico y colonial de la isla. La rigurosa información obtenida posibilitará la renovación constante del programa didáctico dirigido a no sólo a escolares, sino también a atender las expectativas de enriquecimiento personal de todos los visitantes.
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