Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Una bodega infantil.

Viernes, 10 de Febrero de 2006
Alfredo Ayala
Publicado en el número 91



El programa que ofrece Televisión Canaria el próximo domingo, a la hora acostumbrada, está enteramente dedicado los niños. No es un programa puntero como el emitido la pasada semana. Sin embargo, el folclore, en este espacio que dirijo, no es exclusivo de nada ni de nadie. En La Bodega de Julián tienen cabida toda la amplia familia que compone nuestro amplio panorama musical. Últimamente, La Bodega de Julián está empeñada en mostrar cuerpos de baile, danzas y fomentar nuestra música popular entre los más pequeños.

Y esta semana, con un nutrido grupo de niños del municipio de Güímar ("Agoimad" ), ofrecemos una Bodega que por distintas dificultades se grabó a pleno día.

Los pequeños se adentraron en un recorrido por el amplio panorama de la música de la tierra: isas, folias, malagueñas, baile del vivo, el "gorgojito", con espléndidas puestas en escena de sus cuerpos de baile.

También estuvo presente una de las joyas de nuestro folclore: "la danza de cintas del escobonal". Esta reliquia, que hasta no hace mucho era interpretada en Gran Canaria por distintos grupos y que actualmente duerme en esta isla el sueño de los justos, se recrea con asiduidad en la isla de Tenerife. Danzas de las flores y danzas de las cintas acompañan a Santos y Patronos en su festividad.

En épocas pretéritas, la danza de las cintas del Escobonal, contó con grandes tocadores de pito y tambor (tamburilero). Gaspar Díaz, "El Cojo de Pita"; Cirilo Díaz, "Cho Cirilo El Tamburilero"; o Isidoro Frías, recientemente fallecido. Hoy, el testigo, el relevo, está en manos de estos pequeños. La danza de las cintas se ejecuta a ritmo de tajaraste. Pero este tajaraste ceremonioso, de respeto, en el que levemente se levantan los pies del suelo y donde nunca se le da la espalda al santo, marca la diferencia con ese otro que estamos más acostumbrados a ver en fiestas y romerías pleno de energía y repetidos saltitos y cruces.

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