Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Se edita el volumen Prolongaciones de la crisis de fin de siglo.

Jueves, 23 de Febrero de 2006
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 93

El libro de Marianela Navarro hace el número 11 de la Colección Nueva Biblioteca Canaria que dirige Eugenio Padorno.



El Departamento de Ediciones de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, acaba de poner en circulación el volumen número 11 de la Colección Nueva Biblioteca Canaria, Prolongaciones de la crisis de fin de siglo. Melancolía y poesía en Canarias, de Marianela Navarro Santos. La nueva aportación de la colección que dirige el poeta y profesor Eugenio Padorno, estudia la poesía escrita en Canarias que, por diversas razones, se vio afectada por un foco esencialmente pesimista de redefinición de la cultura occidental. “Se trata de una importante literatura que, más que pertenecer a una línea estética concreta, manifiesta la propensión espiritual de una época, la que se inicia con una crisis finisecular y que se proyecta sin solución de continuidad durante buena parte del siglo XX, de manera que encuentra a su paso nuevos referentes históricos y sociales sobre los que reproducir la infelicidad como carácter inherente a la existencia humana”, apunta la autora de este libro de más de 200 páginas.

A juicio de Marianela Navarro, en las Islas, la literatura romántica careció del sesgo filosófico que sí vertebró las obras poéticas en los países europeos. Según la autora del nuevo libro, la connotación espiritualista y deísta del pensamiento español que aflora en la poesía insular, el constante autoanálisis, su rebeldía frente al ambiente, la influencia de la filosofía nórdica, el tratamiento trascendente del paisaje, el misticismo ascético de algunos poemas y, en definitiva, el impulso íntimo de la escritura, es lo que define las diferencias y lo que conecta el trabajo de los canarios con la poesía el arte occidental del nuevo siglo.

El modernismo practicado en Canarias por Morales, Rivero, Quesada o Torón, entre otros, mostró una modulación específica. “Y acaso por el retraso cronológico de la literatura escrita en las Islas respecto a los movimientos artísticos peninsulares y europeos, lo cierto es que estos poemas de los canarios son clásicos y sinceros, pretenden la expresión del mundo interior y muestran un escepticismo radical con lo que ocurre fuera de ellos aún en la década de los años veinte, cuando las vanguardias se adueñan ya de la actualidad literaria española”, señala Navarro.

El libro se divide en seis capítulos: “La palabra ensimismada”, “Sentimentalismo”, “Temporalidad. Alonso Quesada y Domingo Rivero”, “Temporalidad. Los más jóvenes”, “La memoria” y “La melancolía”, este último dividido en tres secciones: “El viaje”, “La muerte” y “El paisaje”. La autora ha preferido aproximarse desde diversos frentes a lo poemas de los autores insulares tocados, desde Domingo Rivero a Josefina de la Torre, pasando por Manuel Verdugo, Tomás Morales, Luis Doreste, Alonso Quesada, Saulo Torón, Agustín Millares Carlo, Pedro Perdomo Acedo, Luis Benítez Inglott, Claudio de la Torre, Fernando González, Montiano Placeres y Félix Delgado.

“No hay en este libro juicios definitivos sobre lo que hemos denominado un estado crepuscular de los espíritus; se trata de breves enfoques temáticos de literatura comparada sobre la poesía que, de un modo u otro, traduce un ánimo melancólico en el que la vida, más que disfrutada -como señaló Schopenhauer en El arte de ser feliz-, nos es inflingida, hemos de padecerla”.

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