Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Mirarse el ombligo. A propósito del Festival de Música de Canarias.

Martes, 31 de Enero de 2006
Yeray Rodríguez
Publicado en el número 90

Pido con tanta humildad como pasión que sin descuidar convocatorias como la que nos ocupa se atiendan otras iniciativas que sin duda encuentran, si eso es lo que se pretende, gran seguimiento. Tenemos una deuda eterna con nuestro acervo cultural que es como tenerla con nosotros mismos. La música que no se tiene que aprender en el Conservatorio y que muchas veces se toca de oído también necesita de inversiones como la de este Festival. Esa sí que depende de la atención que le prestemos.



He descubierto que en Canarias le tenemos miedo a nuestro ombligo. El canario muchas veces fue Dácil, la aborigen retratada por Antonio de Viana que sucumbió al encanto del Capitán Castillo, el conquistador castellano en el que vio un dechado de perfecciones ante el que no fue capaz de pronunciar palabra. En nuestras islas a menudo se repiten escenas como las de la princesa lagunera y el advenedizo europeo. Muchos canarios tienen la curiosa maña de ceder al encanto de todo aquello que traspase su umbral, de masticar todo lo que les quede al largo de la mano y todo ello sin que se les sienta hablar. ¡Y cuidado con acercarse a lo canario! Para muchos de nuestros coterráneos actitudes como esa no pasan de ser ombliguistas, localistas y en definitiva inútiles. No perdamos de vista esta reflexión y adentrémonos con ella bajo el brazo en la nueva convocatoria del Festival de Música de Canarias.

Vaya por delante el profundo respeto que siento por los profesionales de este género particular, engrosen o no el cartel de este año, y por el público entusiasta de este arte que ocupará los escenarios canarios durante varias fechas. Es más, expreso aquí también sin ningún reparo la admiración que siento en cierto grado por estas manifestaciones artísticas. Pero quisiera ir, si lo permiten, más allá. La gestión de eventos como este en Canarias, que ocupan abundantes minutos y páginas en los medios de comunicación y generosas partidas en el presupuesto, no deja de estar impregnada de cierto dacilismo. A diestro y siniestro se publicita la imagen de una tierra que acoge un festival de esta envergadura y que es capaz de gastarse sumas que ponen colorado a cualquiera. Me lo van a permitir, pero no me cuadra, y no me cuadra porque sé que responde al habitual culto canario a lo extracanario (no confundir con cosmopolitismo). Este tipo de música (que es una y no la) no necesita de eventos como éste para garantizar su supervivencia. Es cuestionable incluso el supuesto fervor que despierta en ciertos segmentos poblacionales, muy restringidos, de Canarias. No dejo de reconocer, por otra parte, que Canarias ha sido cuna de grandes cultivadores del género, y que ya se ha consolidado en el calendario de eventos de esta parcela artística; pero para muchos valen más los voladores que la procesión. Los políticos de turno se llenan la boca anunciado que vienen unos y otros, otros y unos y que van a interpretar obras de aquél y del otro.

Después está el problema de la cuota canaria. El talento innegable de muchos isleños se ve condenado a estos espacios donde no se valoran calidades sino procedencias y lo que podría constituir intercambio y relación supone muchas veces, como en festivales de otras disciplinas artísticas, un relleno en una tierra que defiende lo suyo, que es curiosamente lo primero que se margina.

Afortunadamente el público de este tiempo marca la pauta que, esperemos, presida el futuro del universo creativo; ha sabido borrar una frontera entre alta y baja cultura con la que a veces no se han atrevido los gestores culturales: se puede hoy día oír a Bach y a Camarón, a Schubert y a Los Gofiones y el Bolero de Ravel o cualquier bolero de Los Panchos. Todo está al alcance de nuestra mano, pero lo está desde el intercambio, desde la igualdad de condiciones, desde la equidad que supone el reparto equilibrado del presupuesto entre lo que espera por nosotros para compartirse y lo que depende de nosotros para ser compartido. Pido con tanta humildad como pasión que sin descuidar convocatorias como la que nos ocupa se atiendan otras iniciativas que sin duda encuentran, si eso es lo que se pretende, gran seguimiento. Tenemos una deuda eterna con nuestro acervo cultural que es como tenerla con nosotros mismos. La música que no se tiene que aprender en el Conservatorio y que muchas veces se toca de oído también necesita de inversiones como la de este Festival. Esa sí que depende de la atención que le prestemos. Definitivamente no debemos ser como Dácil y parecernos más a Doramas, el aborigen al que Cairasco hizo hablar en español en una obra dramática para que recibiera a un obispo recién llegado a Canarias. He ahí el ejemplo, compartir la palabra que se parece cuando cuenta lo distintas que son nuestras vidas, diálogo, mano tendida. La cultura necesita despojarse de su propia imagen. Doramas sí habló; Dácil no dijo nada.

Y a veces conviene verse el ombligo: algunos han visto el ombligo a todo el mundo y el suyo les resulta un perfecto desconocido; muchos no sabrán ni dónde les queda.

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Comentarios
Sábado, 01 de Abril de 2006 a las 02:56 am -

#05 Y el festival de cine? y ... Las ayuditas discográficas?... y.... El carnaval? agüita compadre, simpre ponemos la carreta por delante de los bueyes,la educación tiene que ir por delante, despues los festivales y lo que haga falta. El resto es mierda, política barata. Tienes toda la razón del mundo,supongo que debe ser algo que suceda en otros lugares desarrollados y no desarrollados como éste,sino me da algo. NOÇos hablamos

Lunes, 13 de Febrero de 2006 a las 20:50 pm - EHSS

#04 'BUEN PORTE Y BUENOS MODALES, ABREN PUERTAS PRINCIPALES'.

Admiro la excelente exposición que ha hecho el compañero Yeray. Este es un problema que desde hace años se llevan denunciando, esperemos que con denuncias como estas, y sobre todo con la brillantez de su argumentos terminen por convencer a los que organizan esos eventos, (A nuestros representantes políticos), seguro que con la exquisita educación utilizada digna del que la escribe se 'abran las puertas principales' para que sean escuchada difinitivamente las quejas de los ciudadanos. Enhorabuena por el escrito y me uno a la reivindicación.

Jueves, 02 de Febrero de 2006 a las 23:35 pm - Jorge Granados Blanco

#03 Ante tal exposición no se puede añadir mucho mas, pero si quisiera decir un par de cosas, la primera como dice el amigo Yeray, es, lo del el tan gran famosos Festival de Música de Canarias, que te lo ponen en los medios como si estuviera al alcance de todos, que yo sepa ese Festival no creo que haya aportado mucho a canarias sino gastar dinero sin razon, para que despues gente como estudiantes del conservatorio no puedan ver a ese tipo de orquestas o solistas, etc . . . porque los precios de los abonos o las entradas son tan caros, que un estudiante no se lo puede permitir, en este caso yo me pregunto, ¿a quién esta destinado el Festival? claro esta que es para que el pueblo enamorado de la música clásica dsifrute de ella, pero no sería mejor un festival con ese presupuesto en el que no solo vengan super orquestazas o super solistas a demostrar lo bueno que son, si no que muchos de los super talentos que tenemos en canarias, que son muchos, puedan asistir a un mano a mano con cualquiera de ellos, o miles de opciones mas...

Y sobre el tema de apoyar lo nuestro que parece que es mas importante lo de fuera que lo nuestra, Yeray, estas en todo lo cierto, tardan menos en sacar la chequera para traer a Misha Maisky para que venga a tocar las suites de J.S. Bach para Cello, que ayudar a un cualquier canario que quiera realizar cualquier tipo de espectaculo, no solo tienes que volver loco al politico de turno, sino que también, en algunas ocasiones tienes que pagar a la sala en la que quieras realizar el espectaculo como un alquiler, e incluso costear las necesidades tecnicas, y de empresas de audiovisual, que cada sala tiene acordada por normal genral, es decir, no solo no nos dan facilidades sino que encima nos cuesta diner, mi otra pregunta, nuestras costumbres, y ¿nuestro pueblo, llegara a tener en el futuro lo que tanto cuesta promocionar y mantener en los dias que vivimos?, es una pregunta a tener en cuenta, porque cada dia las insituciones apuestan menos por las costumbres, prefieren tener una banda en cualquier municipio, antes que promocionar todo lo relacionado con las costumbres del pueblo, folklore, en todas sus ramas, artesania, bailes, deportas, música, etc .. .

Un saludo, Jorge.

Martes, 31 de Enero de 2006 a las 18:26 pm - Maribel Suárez

#02 Mi solidaridad con cualquier actividad e iniciativa cultural hecha en Canarias, pero el ejemplo del ombligo ha quedado cojonudo.

A ver si aprendemos de una vez a quitarnos miedos y empezamos valorar, respetar y apostar por lo que nos identifica como pueblo.

FELICIDADES.

Martes, 31 de Enero de 2006 a las 10:51 am - Armiche Diaz Armas

#01 Amigo Yeray, no se como lo haces, pero siempre das en el clavo. Eres un Genio, espero que este articulo sirva de algo y los que no vivimos de esto, sino vivimos para esto, podamos tener la experiencia del intercambio cultural, entre islas. SENCILLAMENTE, GENIAL