Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

El prestigioso ingeniero Roque Calero presenta en La Laguna un planteamiento de desarrollo sostenible para Canarias.

Miércoles, 09 de Noviembre de 2005
Redacción BienMeSabe/ CCPC
Publicado en el número 78

El Catedrático en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y ex directivo del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) Roque Calero, uno de los más prestigiosos expertos de las islas en energías alternativas, presentará hoy miércoles en La Laguna su PLANTEAMIENTO DE DESARROLLO SOSTENIBLE PARA CANARIAS y la experiencia que él promueve, pionera en el Archipiélago, del PROYECTO DE LA MANCOMUNIDAD DEL SURESTE DE GRAN CANARIA. La charla-coloquio, que dará comienzo a las 20:30 horas en la Sala San Borondón de La Laguna (esquina de las calles Daute y Cruz de Candelaria), se enmarca en el Ciclo Un Proyecto de Futuro para Canarias, organizado por el Centro de la Cultura Popular Canaria.




El concepto de sostenibilidad se convierte en fundamental en unas islas como las nuestras en las que se ha acelerado en los últimos veinte años el ritmo de desarrollo basado en el consumo de suelo para la la construcción y las infraestructuras, en aras de una industria turística cuyos consumidores vienen por nuestro clima pero también por lo excepcional del paisaje. Los escasos recursos de agua, suelo, energía... contrastan con la elevada carga poblacional que soporta el Archipiélago (casi dos millones de residentes, más doce millones de turistas a lo largo del año), sin que los hechos hablen de la potenciación del sector primario, de las energías renovables...


El ingeniero grancanario analizará por qué es irreversible la adopción en Canarias de un modelo de desarrollo sostenible y expondrá como ejemplo el proyecto del que es artífice, para la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria: Agüimes, Santa Lucía e Ingenio, con una población de 100.000 habitantes, cuyas necesidades energéticas actualmente están cubiertas en un 80% con la energía eólica.


El proyecto del catedrático Roque Calero pretende convertir a la Mancomunidad en un referente, "en un laboratorio desde donde se experimente, se implante y se lideren prácticas encaminadas a conseguir un desarrollo sostenible". Cada engranaje está unido al siguiente y extrapolará estos conceptos hasta conseguir que todas las islas se sustenten por sí mismas. Aborda el sector industrial, fomenta el turístico y refuerza el agrícola.


Como publicaba Paula Ruiz Jiménez en el diario digital CanariasAhora, el plan tiene tres enclaves localizados en la zona de Pozo Izquierdo, bahía de Formas y la playa del Burrero. En los tres se edificarían conjuntos residenciales bioclimáticos autosostenidos por energías renovables donde se alojaría a los investigadores, trabajadores y turistas que se acerquen a la comarca, los cuales pueden dejar más de 2,5 millones de euros al año con sólo pasar por una de las instalaciones. Con los alquileres de estas viviendas se podrían recaudar 1,2 millones de euros al año, y las tasas turísticas embolsarían a las arcas del plan 3 millones anuales.


En Pozo Izquierdo se aprovecharía su potencial para el deporte y ocio alternativo. En el barranco de Tirajana se construirían las infraestructuras necesarias para el disfrute de los deportes de vela en tierra, impulsando un Centro Internacional de Surf, preparado para la enseñanza de una práctica que actualmente cuenta en la isla con varias pruebas de competiciones internacionales.


La comunidad cuenta con parques eólicos con un potencial instalado de 70 megavatios (MW), ampliable hasta 150 MW, lo que supone una producción de 234.000 MW al año. El proyecto de Roque Calero pretende hacer partícipe al visitante del paisaje y habilitar las instalaciones para ser visitadas.


En bahía de Formas, el mar creado con las mallas de los invernaderos cubre la totalidad del horizonte. Los productos de la zona, tomates y hortalizas principalmente, poseen una superficie cultivada de 100 hectáreas y consumen una media de 6.000 metros cúbicos de agua al día. Estas plantaciones suponen una gran fuente de riqueza para la comarca, debido a que facturan una media de 18 millones de euros. El plan embellecería estas explotaciones para presentarlas al público y poder recorrerlas como si de un jardín botánico se tratara. Los productos serían sustituidos por cultivos de alta tecnología, "sin tierra, hidropónicos, aeropónicos, protegidos contra las plagas, donde trabajarán técnicos cualificados".


El proyecto se completaría con la Eurovilla de tratamiento agrícola, que se convertiría en una plataforma para que las personas con menos recursos aprendan las técnicas y puedan trasplantar estos cultivos tecnológicamente tratados a sus tierras.


En la playa del Burrero se instalaría la Escuela del mundo, donde convivirían estudiantes provenientes de todos los países y donde se enseñarían técnicas de desarrollo sostenible para poder trasladarlas y aplicarlas a su regreso. Los estudiantes podrían combinar la formación con su aprendizaje en la Escuela Internacional de Windsurf. "Un foro que parta de las nuevas exigencias y oportunidades de la globalización para descubrir las potencialidades locales y permitir su aplicación a la solución de los problemas del entorno".


El presupuesto total estimado para el proyecto ronda como mínimo los 76 millones de euros y existen varias líneas para su financiación, tanto la pública como la privada. El plan incluiría el empleo directo de 650 personas y cerca de 500 puestos de trabajo indirecto, lo que supone una importante inyección económica y social, "pues se lograría incluir a la población inmigrante en un proyecto común".


Se calcula que con la aplicación de este plan energético podría ahorrarse una media de 244.000 euros en agua potable, nada despreciable si se considera que el gasto de agua en un año alcanza los 8 millones de metros cúbicos. Asimismo, el consumo de energía alcanza los 110.000 MWh/año y con este plan se lograría ahorrar cerca de 3,36 millones euros en gasto energético.




ROQUE CALERO.

Catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria desde 1988, es Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Las Palmas e Ingeniero Industrial y Perito Industrial por la Universidad de La Laguna. Su actividad investigadora se ha centrado en dos líneas de trabajo: metodologías para la formación de ingenieros y aplicación de la energía eólica a la desalación de aguas.

Autor de numerosas monografías sobre diseño mecánico, diversos libros sobre ingeniería mecánica, centros universitarios canarios y temas diversos, múltiples estudios e informes relacionados con el desarrollo industrial canario y una extensa contribución con artículos y comunicaciones en revistas y congresos de ámbito estatal e internacional respectivamente. Ha impartido numerosas conferencias en ámbitos no académicos.

Inventor de dos patentes, ha dirigido numerosos proyectos técnicos de graduación relacionados con el diseño mecánico y la energía eólica, así como múltiples proyectos I+D (Investigación y Desarrollo) y diversos convenios de investigación con empresas y administraciones públicas canarias y comunitarias. Ha confeccionado el proyecto del Centro de Investigación en Energía y Agua del Instituto Tecnológico de Canarias-ITC.

Ha desarrollado las siguientes actividades relacionadas con la Universidad: Director del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Las Palmas y Secretario General de la Universidad Politécnica de Las Palmas. Ha sido miembro del Claustro y del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y miembro del Consejo Universitario de Canarias.

Ha sido miembro del Comité de Enseñanzas del Instituto de Ingenieros de España, fundador y Director del Centro de Investigación en Energía y Agua del ITC y Director del Área del I+D del ITC. Fundador y Director de la Revista Dinámica del Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias. Secretario General de la Federación Iberoamericana de Ingeniería Mecánica.


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