Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

La basílica color gofio.

Martes, 22 de Febrero de 2005
Canarias 7
Publicado en el número 41

La cenefa de la iglesia de Nuestra Señora del Pino cambia de color en la recuperación de la fachada. El cronista de la villa, Vicente Hernández, señala que en 1767 esa parte de la pared era de color ocre.

El cambio de imagen para la conmemoración del centenario de la coronación de la Virgen del Pino y la celebración del día del Pino como fiesta insular será radical. La cenefa de las paredes de la basílica dejarán atrás su color blanco, al que ya estábamos acostumbrados, para convertirse en un color gofio. Este amarillo suave entra dentro del catálogo de colores permitidos en las fachadas de los edificios del casco antiguo de Teror junto al color chorizo o el verde pino. Sin embargo, como todo lo referente a la iglesia de Nuestra Señora del Pino, el cambio de imagen no ha dejado a nadie indiferente y ya hay voces que se levantan contra esta rehabilitación de la fachada. [b]Sí, pero no.[/b] Vicente Hernández es el cronista oficial de la villa y afirma que en la época del Coronel Rocha, constructor de la basílica, allá por el siglo XVIII, el color de la parte de abajo de la fachada era ocre. Sin embargo, en el año 1912, cuando era párroco Juan González Hernández, pasó a ser toda la pared de color granito. En la rehabilitación que tuvo lugar entre 1968 y 1969 el blanco fue el tono elegido. A pesar de que la historia parece dar la razón a este cambio, no todo el mundo está de acuerdo. La portavoz de la Plataforma Ciudadana para la Conservación del Conjunto Histórico de Teror, Paqui Hernández, señala que «son muchos los vecinos que se nos han dirigido protestando por esta decisión». Hernández afirma que «este color amarillo no es acertado, le quita luz y no destaca la arquitectura del edificio», y añade que «desentona con el entorno y da a la basílica un aspecto cantoso o carnavalero. Nuestra postura es de rechazo». En el proyecto de rehabilitación presentado por el Cabildo de Gran Canaria, que es quien subvenciona el proyecto a través del Plan de Embellecimiento, no figuraba esta circunstancia. De hecho, explica que se utilizaría «pintura blanca de calidad, que ha supuesto la inversión de un total de 1.898 euros». De cualquier forma, los pintores ya han adelantado bastante. Pero no es la única obra que se acometerá, también se dará un tratamiento cromático y de limpieza a la cúpula interior del templo. Sin embargo, la restauración más esperada es la del retablo mayor que costará 72.000 euros y durará seis meses.
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