Los responsables del Museo Canario y los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, ganadores del concurso de ideas de la ampliación del centro, trabajan desde hace meses en perfilar el proyecto definitivo de ampliación. El director del espacio museístico, Diego López, avanzó ayer que el proyecto está terminado y sólo hace falta la licencia de obra del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. López precisó que esperan luz verde en 2005 de los técnicos del Consistorio capitalino, donde se ratifique que el proyecto redactado se ajusta al anteproyecto presentado hace dos años. Este trámite se presume fácil, pues el concurso de ideas se ajustó a las directrices establecidas entonces por el propio Ayuntamiento, en su día bajo la alcaldía de José Manuel Soria. El director de la Sociedad Científica y Cultural subrayó que se trabaja en financiar la redacción del ambicioso proyecto, presupuestada en 263.000 euros (44 millones de pesetas). El Cabildo anunció el pasado viernes que aportará unos 60.000 euros, que junto a otros 60.000 dados por el Gobierno y otros 40.000 comprometidos por el Ayuntamiento, ayudan a pagar el plan de redacción. El Museo aportó otros 76.000 euros de sus fondos y desembolsará el resto para que se finalice la redacción del proyecto. Luego viene ejecutar la obra de ampliación con un presupuesto inicial de 19 millones de euros. [img|der]revista_uploads/jmperera/momia.jpg[/img] Esta sociedad de ámbito privado hará la obra por fases con el fin de facilitar la financiación de la abultada cifra. Pese a no estar obligados a hacer un concurso, López indicó que buscarán la mejor oferta y empezarán las obras de la primera fase en 2006, consistente en la incorporación al museo del edificio del colegio Viera y Clavijo. En los 90, el Museo Canario logró la titularidad del antiguo colegio tras un proceso de enajenación abierto por el Gobierno canario. Esta primera fase, que tendrá un coste aproximado de nueve millones, durará dos o tres años. El Museo arrancará la obra con fondos propios, sacados de la venta de varias propiedades, y busca la implicación de las instituciones. El proyecto quiere unificar su discurso expositivo y adaptarlo a las tendencias museísticas del siglo XX, pues ya en la década de los 80 quedó escondida su colección de Ciencias Naturales y relució sólo en los ámbitos antropológicos y arqueológicos. Tras presentarse 53 proyectos a un concurso nacional de ideas, un jurado eligió el 16 de mayo de 2003 a Nieto y Sobejano.