Revista n.º 1074 / ISSN 1885-6039

Entrevista a Manuel Pérez Rodríguez

Miércoles, 26 de enero de 2005
Manuel Abrante / José Miguel Perera
Publicado en el n.º 37

Popularmente conocido por Manolo Pérez, el de Taifa y Candil, resulta ser un “personaje” interesante por muchas razones , como descubriremos en la entrevista, pero sobre todo por esa dualidad de investigador, de profesor universitario y fundamentalmente por su vinculación al mundo del folclore canario.

Foto Noticia Entrevista a Manuel Pérez Rodríguez

1) Danos unas breves pinceladas biográficas de Manolo Pérez.

Un ciudadano del mundo, un poco loco y bohemio; pero me considero normal, aunque un ingenuo en algunas cosas, porque soy bastante romántico y soñador, como buen acuariano. Pienso más en el futuro que en el presente. Estoy orgulloso de ser canario y soy dichoso porque trabajo en lo que me gusta, la pedagogía, la enseñanza en la universidad y el folclore en general; y el musical propiamente. Se me conoce más por la televisión y por “Taifa y Candil”, y me enorgullece que el pueblo me conozca de esa manera. Por lo tanto me considero una persona del pueblo, sin tópicos.


2) ¿Cómo empieza tu relación con el mundo del folclore?

Mi relación con el folclore es curiosa porque surge desde niño. Yo fui un niño urbano y un niño rural. Yo nací cerca del Pueblo Canario, en la calle Castrillo. Pero me crié con mis abuelos paternos, y de mi casa en Tomás Morales venía siempre aquí a ver el folclore que se representaba y lo contrastaba con lo que veía o me contaba mi abuela de Valleseco, cada vez que tenía una escapada en Semana Santa, Navidad o Verano. Contrastaba ese folclore rural de cuentos de brujas, bailes de descamisadas…, con lo que se hacía en la ciudad. Mi abuelo tenía un molino donde se juntaba la gente y yo toda esa información la contrastaba con mis dos abuelas. La mujer es la que siempre ha transmitido la tradición, y una de mis abuelas cantaba muy bien y la otra abuela paterna era bailadora y me contaba las romerías a Tunte, las taifas, etc. De ella aprendí cómo se bailaban Los Aires de Lima, muchas coplas antiguas... Entonces aprendí, vi y contrasté esos dos tipos de folclore urbano y rural de los años 50 y 60. Luego, a finales de los 60 o principios de los 70, me voy a La Laguna y allí se me amplían los conocimientos porque viviendo con palmeros y tinerfeños empiezo a contrastar costumbres, cantos de zonas muy distantes: de Garafía y Fuencaliente, del norte y del sur de La Palma, y en Tenerife desde Icod a Santa Úrsula… Así hacía mis propios contrastes etnológicos. Ya en el cuartel conocí a gente de Cartagena e hice amistad con un estudioso (hoy en día una autoridad en la Asociación Española de Etnología y Folclore), y comparo el folclore peninsular. Luego también conocí a un estudioso del folclore del sur de Tenerife y todo eso me apasionaba cada vez más, y me metí en La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura hablando con los viejos, haciendo trabajo de campo. La inquietud siempre fue estar detrás del telón, aunque llegué a cofundar el primer grupo universitario, “7 Islas”, todo masculino. Ya era profesor, la experiencia no duró mucho tiempo porque, aunque grabamos un primer disco y una cinta, éramos de distintas islas y cada uno cogió su sendero. Hay algunos en distintas agrupaciones. Luego intervine en un cuarteto, “Majoteide”, tipo “Los Huaracheros”, con buenas perspectivas, recorrimos todo el archipiélago prácticamente; en cinco meses no paramos. Después no quise intervenir más en los escenarios porque mi vocación era profesionalmente la docencia y no la música.


3) ¿Cómo surge la idea de ser presentador?

Yo he sido más bien de radio, más que de TV. Del 87 al 90 Miguel Zerolo, como Consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, me pide que lo asesore en asuntos de artesanía y folclore; no por motivos políticos sino por cuestiones etnográficas y por confianza, ya que había sido docente y el discente mío en la facultad. Al mismo tiempo, colaboraba con Radio Nacional de España, con grandes profesionales como Fabri Díaz, Carmen Báez, Mª Carmen Álvarez, Diego García Soto... Fue una época muy bonita con programas culturales y didácticos, y también de cara al exterior, porque mi gran preocupación ha sido rescatar lo nuestro tradicionalmente y al mismo tiempo dárselo a las nuevas generaciones. Entonces en la radio colaboré durante varios años en el programa “El zurrón”, pasando muchos grupos y cantadores en vivo. Pero la debilidad mía eran los bailes...


4) ¿Te gustan más los bailes que la música?

No, para mí el folclore musical es el equilibrio de la parranda, de las voces y el baile. Eso es lo ideal. Por eso lucho por las agrupaciones folclóricas y las defiendo porque son las fuentes matrices de nuestro folclore, ya que el baile es la imagen. En una actuación de una agrupación folclórica las miradas se van todas al cuerpo de baile.


5) ¿Cómo surge lo de la televisión?

Pues un exalumno mío que me conocía bien y sabía que a mí me gustaba este mundillo, me invita un día a un ESPAL. Ya me habían invitado antes a un programa de “Redivivo” sobre el folclore de la inmigración, y en vez de interrogado fui el interrogante. Total, que gusta la imagen y mi experiencia, y también la experiencia del ESPAL que se mandó por el Canal Internacional y gustó la presentación. Todo eso me lleva a TVE y me proponen hacer un programa, porque en esos momentos “Tenderete” no estaba en antena y acepté. Pero con la condición de que tenía que ser un programa básicamente para los grupos folclóricos. Creía y creo que no se está haciendo nada por las danzas folclóricas, porque Canarias es la región de España que más riqueza de danzas tiene y se está perdiendo. Por todo eso se aceptó el programa.


6) ¿Qué aportó “Taifa y Candil”, a diferencia de otros programas?

Modestia aparte, el programa empezó siendo “Festival” y se hicieron varios programas con Los Arrieros, Tajadre, Los Viejos,... Luego el 25 de Octubre de 1991, con Coros y Danzas de Nambroque de La Palma, empezó una nueva producción y se le cambió el nombre que yo sugerí, que yo ya tenía pensado (“Taifa y Candil”). Así aglutinaba todas las islas porque “taifa” es más de las islas orientales, y los bailes de “candil” son más de las islas occidentales. Recuerdo que después de los carnavales del 92, empezó Coros y Danzas de Nambroque en el primer Taifa y Candil, y fue La Agrupación de La Aldea. Sé que hubo alguien que empezó a atacar el programa diciendo que iba a renacer la “sección femenina” y se llevó una bofetada, porque era todo lo contrario. El programa se emitió hasta junio del 99, grabado con “Arraigo” de La Laguna, y todo ello supuso la aportación de la mayoría de las agrupaciones, todos los grupos y solistas sin ningún veto. Eso era el espejo de lo que había y fue el programa de la década de la TV de los 90 en Canarias, recogiendo sobre todo un cúmulo de danzas canarias con todas sus variantes.


7) ¿Es verdad que tienes alguna nueva oferta televisiva?

Ha habido algunas a nivel insular, pero me niego a hacerlo a espaldas de la isla de Tenerife, aún no siendo tinerfeño de nacimiento. Me considero como tal y conozco el folclore de Tenerife, y un programa de esa manera duraría 10 ó 12 programas, ya que el folclore de esa isla tiene un gran bagaje en danzas, grupos, música… que sin ese ámbito quedaría un poco obsoleto, con todo el respeto a los demás. En cualquier caso, tendría que ser un programa didáctico, no sólo para entretener, y habría que separar la cizaña de lo auténtico, la tergiversación del buen trigo, lo cual supone encontronazos con algunos grupos. En “Taifa y Candil” ya tuve presiones de grupos y ayuntamientos. Por lo menos el 80% de ese programa es lo que se está viviendo e interpretando en nuestro folclore y la mayor satisfacción que yo tengo es que en las Escuelas de Formación del Profesorado de ambas universidades canarias, en los institutos, en los colegios… se pone “Taifa y Candil” para aprender a tocar y danzar nuestros bailes.


8) Cuéntanos alguna de las anécdotas que recuerdes con más cariño.

Anécdotas tengo muchas. Recuerdo ahora de forma desagradable el racanismo de unión de las agrupaciones, y fue en Lanzarote. Le dejé encomendado a una persona cuatro programas en la casa Ajei de San Bartolomé de Lanzarote que quedaron preciosos, pero me marginaron a “Guadarfía” diciendo que estaba rota; y me traen a grupos de Teguise, Haría… Se formó un aspaviento y de San Bartolomé no había ninguna. El alcalde y los concejales me atacaban, y hoy en día la agrupación a la que más unido estoy es “Guadarfía” y San Bartolomé, porque es la patria del folclore conejero.


9) ¿Qué cambiarías de nuestro folclore musical?

Es muy difícil porque si es folclore auténtico evoluciona con las personas. Hoy, con los medios de comunicación, en el plano folclórico, se facilita el que se pierda lo tradicional de la zona y se va a lo fácil, a lo que toca todo el mundo. Recuerdo un grupo que yo presenté por primera vez y de ocho temas que interpretaron sólo uno era de su isla. Entonces veo un gran peligro porque se tergiversan las cosas, se pierden los estilos y eso sí es un gran peligro. Hacen falta escuelas de folclore, pero con monitores comarcales; y esa es una cuestión pendiente que las instituciones tienen que apoyar. Ello favorece la colonización, la aculturización, y hoy en día se produce una invasión de monitores del norte de Tenerife dando clases en el sur, enseñando los bailes que ellos saben. Y así pasa en las demás islas, se pierde la identidad comarcal.


10)¿Cuál es tu opinión sobre el llamado “Traje de Néstor”?

El “Traje de Néstor” es una recreación de un traje tradicional que realizó el pintor modernista y simbolista más importante de Canarias. Lo hizo para promocionar turísticamente la isla de Gran Canaria y con ello darle también difusión a la rica artesanía de la isla; dado el abandono de las raíces etnográficas de la isla. El pintor, cuando llegó de Europa, se encontró con una isla muy opaca y fría, comparándola con Tenerife, donde se había mantenido un colorido y una vistosidad en las vestimentas gracias a las romerías. El “Traje de Néstor” fue un traje realizado para representar a Gran Canaria en una fiesta en Madrid, durante la II República; y luego en el Pueblo Canario en unas Navidades. Me duele que ciertos “sabidillos” de turno aleguen que es una mascarada o una carnavalada, con lo cual pisotean al pueblo de Gran Canaria, que durante varias generaciones se ha sentido identificado con esta vestimenta. Les guste o no les guste a muchos, es un traje folclórico y por eso lo defiendo frente a imposiciones de supuestos trajes que en el fondo son copias de litografías tomadas en la isla de Tenerife por Diston y Pereira Pacheco, entre otros.


11) Para finalizar, partiendo de que es difícil hacer una elección, respóndenos con una sola posibilidad, aunque sabemos que se quedan muchas opciones posibles fuera.

Elige un lugar en Canarias para retirarte a meditar: La Vica, Acentejo.

Tu ritmo o canción favorita: El Pericón, de Agüimes.

La comida canaria que más te guste: El Puchero.

Tu baile preferido: El Tango Herreño.

Recomiéndanos un libro sobre Canarias: El “Diccionario Etimológico” de José Luis Concepción.

Nómbranos un investigador ejemplar en Canarias: José Pérez Vidal.

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