La obra está planteada como un juego sin reglas que el espectador podrá completar a su antojo. Se trata de una escenificación sin planteamiento, ni desenlace, con un prólogo, cuatro actos y un epílogo.
La Loca Amarilla está basada en textos cortos de Juan de la Cruz y se trata de un espectáculo fresco, divertido, sorprendente y original, según explica la consejera de Cultura del Cabildo de El Hierro, Milagros del Valle Padrón Chacón.


Dividida en cuatro actos, en el primero de ellos (“Aplauso”) se puede ver, en dos partes, a un matrimonio que sólo tiene para comer potaje de piedras. Es una tragicomedia guiñolesca que nos sirve para reflexionar sobre la función del arte y del público con respecto al arte.


En el segundo acto, titulado “Fastidio”, se observa a una pareja que discute sin saber por qué lo hacen.


En “Amor” (tercer acto) se ve una auténtica historia de amor entre un hombre y su esposa, que descubre en el cuello de su camisa un cabello rubio de mujer.


Finalmente, en el cuarto acto (“Suicidio”), se desarrolla un diálogo entre un muerto y un vivo; entre él, que se acaba de pegar un tiro, y ella.


"Con La Loca Amarilla se pretendemos hacer que el público pase un buen rato, a la vez que reflexiona sobre los diferentes aspectos de la vida, que no es otra cosa que la función del teatro”, explica Profetas del Mueble Bar.


La obra es una coproducción con el Teatro Cuyás, con el patrocinio de Canarias Cultura en Red y la participación de INAEM-Ministerio de Cultura y la colaboración del Cabildo de El Hierro.