A veces me causa impresión encontrar en algo tan simple como una receta de cocina una historia, o descubrir cuáles fueron los motivos históricos socio-económicos que contribuyeron a la creación de la misma.
 María Jesús de Armas (Años 40) |
Esta historia que nos han contado Dª María Jesús de Armas y su hija Dª Saturnina Pérez se sitúa a mediados de los años 30 en la Finca
Los Parrales, municipio de Arucas, finca que era propiedad de los padres de Maria Jesús.
En aquella época ella no era más que una niña pero a pesar de su juventud recuerda perfectamente los cultivos de plátanos y de cochinilla que su familia tenía en mencionada finca, estos últimos cada vez en menor cuantía ya que no se vendía muy bien. Sin embargo el plátano iba en aumento, y el principal motivo de este apogeo era la exportación. "
En la finca cultivábamos la variedad que llamaban 'Extra', donde cada racimo pesaba más de 45 Kg, eran los plátanos más grandes y casi toda la producción de la finca se iba para Inglaterra. Ellos los compraban todos."
En el año 1936 al estallar la guerra civil española son cerrados todos los puertos canarios. Y quedan entonces toneladas de plátanos sin salida, pudriéndose en las plataneras. Mucho fue el ingenio de los canarios para inventar formas de aprovechar este producto.

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Los tomábamos sancochados o fritos cuando estaban verdes, cuando maduraban un poco, nos los comíamos tal cual, o acompañados de gofio y azúcar y cuando ya estaban remaduros los amasábamos con gofio. En nuestra casa gracias a Dios nunca faltó el gofio porque cultivábamos millo entre las plataneras.” nos cuenta María Jesús.
Otra forma de aprovecharlos eran los
plátanos pasados “
pasabamos horas pelando plátanos, llenabamos cubos de ellos y luego los poníamos en las azoteas al sol, hasta que se ponían negros, luego les dábamos la vuelta y hacíamos lo mismo por la otra cara. De esta manera podíamos conservar el plátano en buen estado durante mucho tiempo”Tortillas de PlatanosEn tal situación e intentando aprovechar kilos de plátanos que estaban a punto de echarse a perder fue como vio la luz esta receta en la humilde casa de María Jesús. “
Los plátanos remaduros se escachan en una hondilla hasta que se forma una masa homogénea, se espesa un poco añadiéndole unas cucharadas de harina, luego le ponemos un poco de canela y azúcar a la mezcla. Ir echando cucharadas de esta masa en una sartén con abundante aceite y dejar a fuego vivo hasta que estén doradas. Entonces sacar de la sartén y dejar escurrir para quitar el aceite sobrante”.