Miro desde abajo,
me siento extraña observadora,
me veo chiquitita.
Hay un cielo despejado
y, aun así,
veo la luna allírriba.
¿Será la de Sulema?,
¿me cantará, arfavor, una nanita?
¿Sabrá que existe plena?,
¿será consciente de que para nosotros brilla?