Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Julio Cuenca habla del control del calendario y las prácticas rituales de los antiguos canarios.

Miércoles, 15 de Junio de 2016
Redacción BienMeSabe.
Publicado en el número 631

El arqueólogo y director científico del proyecto de Risco Caído interviene hoy día 15, a las 19.00 horas.

 

Hoy día 15 de junio, a las 19.00 horas, tendrá lugar en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, la conferencia titulada, ‘Calendario y ritual entre los antiguos canarios. Risco Caído y Tara’, que impartirá el reputado arqueólogo canario y director científico del proyecto de Risco Caído que promueve el Cabildo grancanario, Julio Cuenca Sanabria.

 

Según Cuenca el almogarén de Risco Caído es “una gigantesca cámara de proyección donde los canarios en base a un ingenioso sistema óptico,  nos legaron un relato mítico sobre la fertilidad de la Tierra, utilizando el “Lenguaje Visual”.

 

La intervención de Cuenca está incluida en el ciclo denominado ‘Gran Canaria al descubierto’, que impulsa el Servicio de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con la mencionada entidad situada en el barrio histórico de Vegueta. La entrada al ciclo es libre hasta completarse el aforo del salón de actos de la mencionada institución.

 

Según señala el arqueólogo “los constructores del almogaren de Risco Caído, y de otros templos en cuevas de los canarios ancestrales, buscaban coordinar sus celebraciones estacionales con la posición del Sol y La Luna, en determinados eventos astronómicos, y con su luz cuando entraba en el templo.  Este hecho hace que nos replanteemos el método de investigación en arqueoastronomía, y es que en determinados monumentos, en vez de mirar hacia fuera siguiendo líneas de visión hacia los cielos, habría que mirar hacia dentro y observar los efectos de la luz y de las sombras dentro del templo, circulo de piedra o cualquier otro monumento”, dice.

 

“Desde hace tiempo se reconoce ya que los edificios rituales y religiosos a menudo incluyen rasgos que sirven como relojes de sol y señales calendáricas,  como sucede con Risco Caído, donde se ha descubierto el  calendario astronómico antiguo,  más precisos de cuantos se tienen registrados”.

 

 “El control del tiempo por parte de los antiguos canarios debió basarse en la observación de la regularidad de los movimientos astrales. Así, solsticios y equinoccios, entre otros, se convirtieron en hitos temporales de especial relevancia para estas sociedades, pues pautaban los ritmos anuales, en particular los relacionados con el ciclo productivo agrícola y ganadero”. En su intervención, Cuenca se referirá a la función  que Risco Caído cumplía a modo de calendario muy preciso “para marcar los cambios de las estaciones del año trópico. Un calendario que resultaba vital para el control del cómputo del tiempo, a unas poblaciones que practicaban una agricultura de subsistencia basada en el cultivo del cereal, en especial cebada y trigo”.

 

El almogarén de Risco Caído operaba, según Julio Cuenca, como un observatorio y calendario astronómico, que fijaba con asombrosa precisión la fecha del inicio del solsticio de verano y los equinoccios, en base a la entrada de la luz del orto solar por un túnel practicado en la cúpula de una de las cámaras artificiales, y del solsticio de invierno por medio de la luz que proyecta en el interior de la referida cueva la luna llena que se corresponde con este fenómeno, que como sabemos tiene el mismo azimut que el del sol en el solsticio de verano. “El diseño de este portentoso ingenio tuvo que ser obra de los sacerdotes-astrónomos, llamados faycanes, los hombres que guardaban el conocimiento y eran responsables de las instituciones que controlaban los graneros colectivos y, en definitiva los responsables del calendario civil y religioso”, añade.

Comentarios
Viernes, 17 de Junio de 2016 a las 13:38 pm - Bentayga-7

#01 El Sr Cuenca no puede autoproclamarse director científico de nada porque es historiador y, aunque la historia es respetabilísima, no es una ciencia como la química, la biología, etc. Además, hablar de sacerdotes astrónomos, templos, sistemas ópticos (sic), observatorios astronómicos (sic), para Risco Caído, Bentayga o Cuatro Puertas, coloca al conferenciante -y también al Cabildo- al borde del ridículo ante los profesionales serios de medio mundo.