Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

Las primeras esculturas del Museo Atlántico viven ya en el fondo del océano.

Jueves, 04 de Febrero de 2016
Redacción BienMesabe.
Publicado en el número 612

Comienzan a sumergirse los primeros trabajos de un proyecto que, para Pedro San Ginés, refuerza nuestro posicionamiento y nos hace mucho más fuertes y competitivos frente a otros destinos turísticos.

 

El Museo Atlántico de Lanzarote, el primero de su tipo en Europa, es ya una realidad física y tangible. Esta mañana ha tenido lugar el hundimiento de los primeros conjuntos escultóricos del proyecto en el que el ecoescultor británico Jason deCaires Taylor y los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote han venido trabajando durante los dos últimos años.

 

El consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio, fue el encargado de ejercer de maestro de ceremonia y de dar la bienvenida “a un día histórico” al numeroso público que se reunió en el dique del Puerto Deportivo Marina Rubicón.

 

A continuación tomó la palabra el creador del Museo Atlántico, Jason deCaires Taylor, que dio las gracias a todas las personas que han intervenido en el proceso de creación de la obra: desde “el Cabildo de Lanzarote y los Centros, por invitarnos”, hasta su mujer y su hija, “dos fantásticas mujeres que tienen mucha paciencia ya que no es fácil cambiar de vida cada dos años”.

 

Por su parte, la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo, dio las gracias al artista “por habernos elegido”, y reiteró que “el Ejecutivo Autonómico apostará por este tipo de proyectos que logra aunar turismo, cultura y deporte”.

 

Por último, tomó la palabra el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, que apuntó que “hoy es un día histórico para la isla porque abrimos una puerta en el océano que refuerza nuestro posicionamiento como destino turístico diferenciado y nos hace mucho más fuertes y competitivos frente a otros destinos cercanos”. Tras recordar que “la isla  va a mostrar al mundo uno de sus más preciados secretos, nuestros fondos marinos”, Pedro San Ginés mostró su confianza en Jason deCaires, “un hombre que pudo escoger cualquier punto del planeta para trabajar y eligió Lanzarote”; en su trabajo, “reconocido por gobiernos, organizaciones no gubernamentales, prensa especializada y crítica de todo el mundo”, y en los valores que representa, “alineados con el modelo de desarrollo por el que hemos apostado en la isla”. El presidente apuntó, incluso, que creía que César Manrique “hubiera dado su apoyo al Museo Atlántico por su innovación, atrevimiento y la apuesta firme por todos los valores naturales que representa”.

 

El presidente agradeció el papel de aquellos que han puesto cara y cuerpo al museo de forma desinteresada, y que serán “testigos mudos de cómo un Museo puede transformar el tejido socioeconómico de toda una isla, tal y como sucedió hace ya medio siglo cuando el empuje, el arrojo y la valentía de José Ramírez fueron la base que sirvió de apoyo e impulso a lo que hoy son nuestros Centros de Arte, Cultura y Turismo”, y de la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, que finalmente se ha hecho cargo de la ficha financiera del proyecto.

 

Pedro San Ginés, por último, felicitó al consejero de Turismo del Cabildo, Echedey Eugenio, y al consejero delegado de los Centros, José Juan Lorenzo, por haber sido “diligentes y ágiles en la tramitación impecable de un expediente de esta envergadura y complejidad, porque” aseguró “no es tarea sencilla instalar un museo debajo del mar ni en Lanzarote, ni en Canarias, ni en España, ni en cualquier punto del planeta”.

 

Después de las intervenciones, se procedió a uno de los momentos más emotivos del día: el descubrimiento de “La balsa de Lampedusa”, un conjunto escultórico que representa el viaje de las miles de personas que atraviesan el mar en una embarcación neumática huyendo de la guerra y la miseria y en busca de una vida mejor. DeCaires Taylor quiso realizar esta obra como sentido homenaje a los que lo logran, pero también a aquellos cuyos sueños e ilusiones quedan en el fondo del mar.

 

Posteriormente dio comienzo el trabajo de hundimiento de las primeras obras, seguido por prensa, autoridades e invitados desde un barco. En esta primera fase, ayer, hoy y mañana, se están sumergiendo las obras El Rubicón, 35 figuras humanas caminando hacia un mismo destino; Contenido, una pareja tomando un selfie que invita a la reflexión sobre las nuevas tecnologías y la autorreferencialidad; Las esculturas híbridas, fusión de naturaleza y humanidad, y Los fotógrafos, en un trabajo exhaustivo y de gran precisión que requiere material, personal y maquinaria específicos y cualificados.

 

Hay que recordar que, durante estos dos últimos años, deCaires Taylor se ha servido de gente nacida o residente en Lanzarote para crear su particular jardín botánico en el lecho marino de la costa de Papagayo, en Playa Blanca, núcleo turístico del litoral sur de Lanzarote, a partir de materiales que no generan afección al medio ambiente. Antes al contrario, las esculturas favorecen la floración y aparición de ecosistemas marinos a su alrededor. La obra de deCaires invita a la reflexión acerca del mar, y de las amenazas que se ciernen sobre él a partir de la acción del hombre.

 

Un sencillo cóctel servido a bordo y en tierra, en las inmediaciones del Castillo de las Coloradas, en el que se ofreció vino D.O. de Lanzarote, facilitado por las bodegas Vega de Yuco, Tierra de volcanes, Rubicón y La Florida, puso brillante colofón a una histórica jornada.

 

Sobre Jason deCaires

 

El ecoescultor británico, instructor de buceo y naturalista submarino crea misteriosos mundos submarinos donde el arte evoluciona como consecuencia de los efectos de la naturaleza.

 

Graduado por el London Institute of Arts en 1998 con calificación BA honorífica en escultura, Jason deCaires Taylor ha extraído el arte de las blancas paredes de las galerías para ofrecer a los espectadores una sensación de descubrimiento y participación. Bajo el agua, donde descansan sus obras, se alteran la sensación y percepción de la realidad, pareciendo una ensoñación debido a los efectos de la luz, la falta de gravedad y las ondas de sonido. La visión se magnifica, la luz refracta y se altera la percepción del color. Se producen efectos caleidoscópicos, gobernados por las corrientes y las turbulencias. Taylor ofrece a través de su arte una experiencia multidimensional y multisensorial, libre de los confines de la gravedad, que es, a la vez, fluida e íntima. El diálogo entre la humanidad y la naturaleza implícito en su trabajo evoca un sentido romántico y apocalíptico que cuestiona nuestro futuro.

 

En 2006, fundó y creó el primer parque subacuático del mundo, situado en la costa oeste de la isla de Grenade, en las Antillas, en el Caribe, considerado una de las 25 Maravillas del Mundo por la prestigiosa National Geographic. En 2009 fundó MUSA, en Cancún, un museo monumental con una colección de más de 500 esculturas sumergidas en la costa mejicana, descrito por Forbes como uno de los destinos turísticos más únicos del mundo. En 2014, Taylor sumergió Ocean Atlas en las Bahamas, la escultura individual más grande sumergida hasta la fecha en el mar, con 5 metros de altura y más de 60 toneladas de peso.

 

Las obras de deCaires tienen un objetivo práctico es el de facilitar la interacción positiva entre las personas y el frágil hábitat submarino. Buscan fomentar un cambio social a favor de una mayor conciencia medioambiental.

 

Numerosas publicaciones y documentales han destacado su extraordinario trabajo, incluyendo la BBC, la CNN, USA Today, The Guardian, Vogue, New Scientist y Discovery Channel, por citar sólo algunos.

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