La Sala Josefina de la Torre del Teatro Cuyás será escenario el viernes 16 de diciembre a las 19.00 horas del preestreno de ‘Laderas de miel’, proyecto documental del realizador Iván Martín impulsado por la Asociación Hestia para la Intervención e Investigación Familiar, Psicoeducativa y Social, que interviene en varios distritos de Las Palmas de Gran Canaria, en el marco del programa CaixaProinfancia.

‘Laderas de miel’, que se estrenará el próximo 19 de enero en el Edificio de Humanidades de la ULPGC (Campus del Obelisco), pretende cambiar la percepción estereotipada que la sociedad tiene de las familias del Cono Sur de la capital grancanaria, mostrando sus esfuerzos por ejercer, de forma responsable y pese a la falta de recursos, la tarea parental, una lucha que para los autores del largometraje constituye la verdadera miel, el lado más dulce de esas laderas.

El proyecto ha sido realizado con carácter altruista, por profesionales de diversos ámbitos, mayoritariamente jóvenes y con una importante sensibilidad social. Se trata de Iván Martín, Lourdes Adán, Sara González, Sara Nicolau, Ágata Ojeda, Arlene Santana, Corazón Suárez, Nicolás Cardona, Eunice Rodríguez y Juan Carlos Martín, que escuchan y ponen voz a unas familias a menudo estigmatizadas y cuyo cuestionamiento constante “no solo perpetúa la cadena de prejuicios, sino que acaba afectando al propio autoconcepto de estas familias y a sus perspectivas de futuro”.

Los autores afirman que “hay quienes piensan en estas personas desestimando su capacidad para afrontar las adversidades” y “creemos que no hay mejor herramienta para cambiar esta situación que acercarnos a la realidad, ponerle rostros y contextos concretos”. “Gracias al cine documental y su poder para dar voz e imagen a lo que ocurre en el día a día, podemos crear conciencia y cambiar la manera de afrontar una lucha por la igualdad y justicia social”, añaden.

Consecuentemente, el documental reconoce el esfuerzo y la lucha diaria de las familias en situación de vulnerabilidad social, ofreciendo una visión positiva de las mismas. Además, busca reforzar el vínculo entre las familias, la sociedad y la escuela; visibilizar la realidad de los barrios de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; valorar el trabajo creativo y audiovisual como medio de expresión y comunicación que mejora las relaciones interpersonales, tanto entre los niños y las niñas como entre los adultos; crear conciencia sobre la importancia del trabajo en red, el cual implica a diversos sectores de la sociedad en un proyecto de desarrollo social y educativo común y atender a la necesidad que estas familias tienen de ser escuchadas sin ser juzgadas.

Planteamiento. Para acercarse a ellos y tejer un hilo conductor entre sus historias, los promotores de la iniciativa pusieron en marcha un taller de barro para niños y niñas, lo que, además, les permitió establecer una serie de metáforas con este material, porque cuando nacemos somos como arcilla: un trozo de tierra sin forma que puede acabar siendo una pieza de extraordinaria belleza.

En el trabajo con barro, como en la vida, se forman grietas que hay que tapar, se corren riesgos, se toman malas decisiones o se producen cambios, pero también hay sorpresas, reflexión y, por supuesto, diversión.

‘Laderas de miel’ pretende mostrar todo ello y, ante todo, el esfuerzo diario de sus protagonistas, porque, sin su perseverancia y voluntad, su situación podría empeorar como una pieza de barro abandonada al aire libre.

El título. El documental toma su título de un verso del poema de Juan Ramón Jiménez ‘Iba tocando mi flauta’:“Iba tocando mi flauta/ a lo largo de la orilla/ y la orilla era un reguero/ de amarillas margaritas (…) La ladera era de miel/ de oro encendido la viña/ de oro vago el raso leve/ del jaral de flores níveas”.

En dicha composición, Juan Ramón Jiménez se limita a observar una ladera y lo que habita en ella, enseñando al lector que si presta atención verá lo que normalmente escapa a los ojos y a la sensibilidad. “En este documental queremos ofrecer precisamente un ángulo distinto de la imagen, de las familias que habitan en nuestras laderas”, explican sus autores, para los que “con la lente objetiva de la cámara, mostramos que en esas apartadas y olvidadas tierras alberga la preciada miel”.