En 1698 se constituye el primer cenobio dominico en Teguise, bajo los auspicios del capitán Gaspar Rodríguez Carrasco que mantenía estrecha relación con la Orden de Predicadores, en particular con el convento de La Orotava, en donde eligió a los primeros frailes que habitaran su fundación, que no tiene carácter oficial hasta 1726. Rodríguez Carrasco mantenía igualmente estrechas relaciones con la familia Clavijo, por lo que se comprende que fray Juan Antonio fuese el primer prior de ese convento por él fundado. En el mismo se estableció también una escuela y estudio de Gramática para hijos de las familias acomodadas de la localidad. De sus obras sólo se conserva la Summulae ex doctrina Sapientissima Magna (1717), escrita cuando aún era regente de estudios en La Orotava.