El objetivo de ampliar la oferta de Formación Profesional en Canarias hasta alcanzar las 44.000 plazas en 2015 -ahora son 40.000- puede verse frustrado a causa de la incertidumbre que rodea una de las previsiones de la reforma educativa del ministro José Ignacio Wert: la puesta en marcha de la FP básica. Las dudas, sobre todo de carácter financiero, que genera esta nueva modalidad de Formación Profesional han paralizado la planificación del próximo curso, hasta tal punto que aún no es segura la incorporación de nuevos títulos ni el incremento de las plazas.

El director general de Formación Profesional y Educación de Adultos del Gobierno autonómico, José Moya, advierte de que el problema es "muy grave". El real decreto que regulará la FP Básica "ni siquiera ha llegado al Boletín Oficial del Estado" y permanece aún en fase de borrador. El Ministerio ha avanzado una previsión de los costes que supondrá su implantación que, a juicio de Moya, "no era realista". "Se lo dijimos todas las comunidades autónomas", apostilla.

Estas previsiones se basaban en una estimación de los salarios del profesorado que no se ajustaba a los que se pagan en ninguna región, sino que eran resultado de un promedio entre todas ellas, cuyas situaciones en este sentido son muy desiguales.

Pero es que además, insiste el director general de FP, los costes en equipamientos e infraestructuras "no se contemplan". Al ser de oferta obligatoria, la modalidad básica habrá de ser implantada en institutos que hasta ahora no ofrecían Formación Profesional, por lo que el desembolso en equipamientos será inevitable.

Pese a que Wert anunció recientemente la llegada de 2.000 millones de fondos europeos para dos conceptos -el desdoblamiento de los grupos de cuarto de ESO, unos orientados hacia el Bachillerato y otros hacia la FP, y la propia Formación Profesional Básica-, no ha aclarado cuánto se destinará a cada uno, por lo que la incógnita sobre la financiación sigue sin despejarse. Lo hará en una Conferencia Sectorial prevista para abril. Sin embargo, la mayoría de comunidades autónomas ya ha comenzado ese mes el proceso de admisión de alumnos.

Lo incierto del panorama económico y de las obligaciones que deberá asumir Canarias explica que, pese a que la planificación del próximo curso arrancó hacia noviembre, la Consejería de Educación ignore todavía si podrá crear nuevas plazas de FP para consolidar la ampliación de la oferta de los dos últimos años, en los que ha crecido en casi 10.000. "Hasta ahora hemos aumentado la oferta con fondos propios, pero si tenemos que destinarlos a la FP Básica no podremos invertirlos en crear más plazas", alerta Moya. También peligra la incorporación de nuevos ciclos, en la línea de los introducidos en este periodo, centrados en las energías renovables como base del futuro de las Islas.

Con la incorporación de estos títulos, agrega el representante de la Consejería de Educación, se trata de ajustar la oferta de FP a las demandas de la sociedad y las necesidades económicas de Canarias. Para el próximo curso, si los plazos y la financiación lo hacen posible, está prevista la creación de un nuevo título sobre prospecciones y sondeos en galerías de agua, como respuesta al interés de varias empresas por contar con personal técnico que pueda realizar estudios sobre el terreno en esta materia.

Al menos, las dudas sobre la Formación Profesional Básica no comprometerán la apertura de los cinco nuevos centros integrados de FP previstos para el curso 2014-2015, que "ya disponen de fondos propios y están presupuestados", adelanta el director general de estas enseñanzas.

Serán cinco centros, que se sumarán a los seis que ya operan en Canarias y que se instalarán en Icod de los Vinos, Adeje, Los Llanos de Aridane, Arucas y Telde.

José Moya opina que la FP Básica no es una necesidad para el sistema educativo canario y lamenta que venga a sustituir a los programas de cualificación profesional inicial (PCPI), que, a diferencia de la nueva modalidad, conducían a la obtención del título de graduado en Secundaria y de uno o dos certificados de profesionalidad.

Mientras que la extensión de esta medida de atención a la diversidad -que ha dado buenos resultados, a juicio del Gobierno- se decidía en función de los recursos disponibles, la oferta de la Formación Profesional Básica es obligatoria.