Hace unos días se estrenó en una serie de Tele 5 interpretando un papel algo "conflictivo". "Sé que en la calle me van a llover las collejas por el personaje de Cayetana, pero esta era una gran oportunidad", precisa la actriz santacrucera Sara Sálamo (1992) en referencia al rol que tiene que desempeñar en "B&B", experiencia televisiva en la que comparte créditos, entre otros, con Belén Rueda, Gonzalo de Castro o Fran Perea. "Estoy convencida de todos los pasos que he dado en mi carrera hasta el día de hoy", añade la joven del barrio de Salamanca.

Tener un papel como el suyo en una serie con tanta audiencia es un buen aval para su carrera, ¿no?

Yo estoy muy contenta con los 13 capítulos que ya se han rodado y Tele 5 también parece que está por la labor de ampliar la serie... Sé que en la calle me van a llover las collejas por el personaje de Cayetana, pero esta era una gran oportunidad.

¿Qué puede aportar "B&B" en su trayectoria como actriz?

De momento me da estabilidad, ya que tengo un personaje que aparece en todos los capítulos. En realidad, esta es mi primera gran oportunidad en televisión porque en "Arrayán" sí que tenía protagonismo, pero no era una serie de difusión nacional. Cayetana es una niña algo insoportable, pero también es muy divertido interpretarla. Otro de los aspectos que más valoro tiene que ver con el nivel de los actores de "B&B". En esta serie trabajo con intérpretes muy grandes de la escena nacional y eso siempre es un buen aprendizaje.

Hace dos años comenzó a aparecer en series que le han dado una visibilidad más o menos importante en la escena nacional. ¿En qué punto está su carrera?

Yo estoy convencida de todos los pasos que he dado en mi carrera hasta el día de hoy... Igual desde fuera la gente puede pensar que todo esto va muy rápido, pero no es así. Ahora he tenido la suerte de estar algo más visible porque se están programando proyectos que hice en el pasado. Tampoco me puedo quejar de lo realizado hasta el momento porque son cosas que han tenido algo de trascendencia a nivel nacional. Esto es así. Aquí te puedes tirar un año sin trabajar, como me pasó a mí entre la película "Tres 60" y el papel que tengo en "De boca en boca", o consigues encadenar tres o cuatro cosas más o menos seguidas. En mi caso, por ejemplo, estoy pendiente del estreno de "The Glorious Seven", que es una coproducción española y germana que aún no sabemos en qué momento se va a exhibir en las salas de cine.

¿Mucha competencia?

En frente de "B&B" tenemos a "Velvet", de Antena 3 TV, que también es un producto muy interesante. Yo creo que son dos series completamente diferentes que pueden convivir en las parrillas. Las dos pueden gustar mucho, pero todo eso de las franjas horarias y los días de emisión es una labor que tienen que hacer en las grandes esferas y, sinceramente, es algo que yo no controlo mucho.

¿Me refería a la competencia en el mundo de la interpretación?

Esa es la sensación que tienes al acudir a un castin y ver los rostros de las personas que compiten contigo por entrar en un proyecto. Que hoy te den un papel en una serie es una proeza, algo como un milagro de los de Lourdes.

¿Imagino que aún tiene muchos sueños por cumplir?

Espero que ahí fuera me queden muchos papeles por interpretar. Yo soy una recién llegada y aún tengo que aprender cosas que se asimilan con papeles como el de Cayetana... En el mundo de la interpretación hay un factor suerte que te permite rentabilizar los buenos momentos.

¿La apuesta de las televisiones por este formato es una especie de válvula de escape para los que no encuentran acomodo en una industria del cine en crisis?

Lo que ocurre es que las televisiones tampoco lo están pasando demasiado bien... Todos los sectores están mal y eso se nota en cualquier esquina. Yo tengo trabajo y, por lo tanto, no me voy a quejar. Lo que sí es importante decir es que no necesitamos comprar series internacionales porque las de aquí son muy buenas.

La crisis del séptimo arte está ligada con la ausencia de espectadores en sala. ¿Cómo se puede corregir ese déficit?

Eso depende de las prioridades que tenga cada persona. Algunos dicen que es caro pagar siete euros por ir al cine, pero luego pagan diez por una copa. Para mí, por ejemplo, es mucho más rentable ir a ver una buena película que tomarme una copa...

¿El cierre de los Renoir Price no fue una gran noticia?

No, porque esos cines estaban cerca de mi casa y eran unas salas a las que iba mucho. Su cartelera ofertaba de forma permanente el único cine de autor que se podía ver en la Isla, pero nos lo han quitado. ¡Muy mal!

Dicen que este será un año difícil para la producción nacional. ¿pero hay motivos para la esperanza?

Yo soy optimista. Es imposible dejar caer más el cine que hacemos en España. El problema es que no valoramos su calidad y aceptamos cualquier cosa que viene de fuera aunque sea inferior... En este país criticar y rajar de los demás es un deporte nacional.