Revista nº 1040
ISSN 1885-6039

El Pueblo Canario es declarado Bien de Interés Cultural.

Viernes, 04 de Octubre de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 490

Este conjunto fue ideado como una unidad arquitectónica por los hermanos Néstor y Miguel Martín-Fernández de la Torre en la década de los treinta del siglo XX. Ya es Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.

 

 

El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración del Pueblo Canario, situado en Las Palmas de Gran Canaria, como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, catalogación que incluye los Bienes Muebles vinculados al Museo Néstor. El Pueblo canario es el resultado del estudio de Néstor Martín-Fernández de la Torre sobre la manifestación de la canariedad y de la cultura popular con un tratamiento ecléctico de la temática regional, un precedente en la década de los treinta como operación para la inserción de elementos representativos en una política turística. En este sentido los bocetos y cuadros sobre arquitectura vernácula para el Pueblo Canario recrean espacios arquitectónicos singulares, dentro de una estética regionalista. Ideado como una unidad arquitectónica por el pintor, como se refleja en su obra de 1937, fue su hermano, Miguel, quien finalmente lo formalice, colocándose la primera piedra de esta obra el 2 de abril de 1938.

 

El conjunto se caracteriza por su planta regular y de proporción longitudinal donde se articulan diferentes volúmenes que alcanzan las dos plantas de altura alrededor de una plaza. Este espacio tiene una superficie aproximada en planta de unos 2.772,38m2. La puerta principal está enmarcada por un gran escudo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria inspirado en los dibujos de Néstor y realizado por Santiago Santana en 1956, que reza Segura tiene la palma.

 

 

Esta composición arquitectónica recrea un "rincón canario" y reinterpreta la idea de "Plaza", recinto protegido cerrado por torreones, muros de celosías y edificaciones; espacio de interrelación donde se articulan los distintos inmuebles, usos y actividades que se aglutinan en este recinto: culturales, de restauración, turísticas y celebraciones civiles y festivas. Los colores del Pueblo Canario son los beiges, ocres y blancos en sus fachadas y muros de celosía, el rojo de sus cubiertas de teja, el gris de sus mamposterías, canterías y callaos, que se combina con canterías y mármoles de colores en sus pavimentos, las maderas oscuras de sus carpinterías y balcones torneados. El conjunto destaca por combinar de forma ecléctica elementos propios de la arquitectura civil, militar y religiosa existentes en la arquitectura canaria con otros elementos foráneos. Dentro de este recinto se ubican el Museo Néstor, la Plaza de Las Palmas, la Ermita de Santa Catalina, el Bodegón y su patio, pequeños comercios de artesanía y productos típicos y la Oficina del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Gran Canaria, una de las primeras entidades en la promoción turística de la isla que inició su andadura en 1934 y se ubica, desde 1955, en uno de los torreones del Pueblo Canario.

 

El Museo Néstor. Este centro se inauguró el 18 de julio de 1958 y fue construido expresamente para albergar la obra del artista. Contiene la colección más completa del pintor Néstor Martín-Fernández de la Torre siendo el espacio más importante que alberga el Pueblo Canario, donde se pueden distinguir diferentes etapas: Juventud, Simbolismo, Retratos, Teatro, Visiones de Gran Canaria y los Poemas del Atlántico y los de la Tierra.

 

La Plaza de Las Palmas. La Plaza es el gran espacio de reunión en este recinto, núcleo en torno al cual se organizan las edificaciones que conforman esta unidad. Presenta una imagen de recinto protegido donde destaca el tratamiento diferenciado de cada una de las fachadas interiores. El pavimento es uno de los aspectos más interesantes, con un cuidadoso tratamiento en grandes planos formando cuadrículas y dibujos geométricos, donde se combinan distintos materiales. También juega un papel importante el tratamiento de los elementos vegetales, constante en la obra de Néstor. En este espacio asimismo se ubican elementos escultóricos de gran interés como la hornacina en esquina con escultura dedicada a la maternidad, bajo una gran concha, del escultor Abraham Cárdenes.

 

 

La Ermita de Santa Catalina. Según diferentes fuentes dataría del siglo XIV, hacia 1356, construida por frailes mallorquines. Desde los primeros momentos estuvo bajo la advocación de Santa Catalina de Alejandría. La ermita original sufrió el asalto de Van der Does en 1599, siendo posteriormente reconstruida. Después de desestimar la idea de ubicar el museo en la ermita, el Ayuntamiento encargó a Miguel Martín su rehabilitación por el estado ruinoso que presentaba (1955). Éste planteó mantener la imagen de la edificación original, de planta sencilla con una nave central de estructura de madera y cubierta de tejas a dos aguas y dependencias laterales. Destaca por su elevación dentro del conjunto y en su interior se encuentran los magníficos murales expresionistas del artista Jesús Arencibia, que cubren sus paredes, inspirados en la iconografía de Santa Catalina de Alejandría.

 

El Bodegón. Inicialmente este espacio se vinculó a la propuesta del museo en la ermita. Al modificarse su ubicación, pasaría a ser el Bodegón Canario. Este nuevo uso de restauración supuso una mejora y mayor oferta de las actividades del Pueblo Canario. La edificación presenta dos plantas. En la planta baja, a cota de la Plaza, se ubica la cafetería y la terraza, con escalinatas laterales que permiten el acceso al patio en planta alta.

 

 

Imágenes: http://www.pueblocanario.es/

 

 

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