Gregor, el telescopio solar más grande de Europa, fue inaugurado ayer en el Observatorio del Teide, desde donde ayudará a observar y comprender mejor los procesos solares y también los que se producen en la mayoría de estrellas.

Durante la inauguración de Gregor, promovido por un consorcio alemán, el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Francisco Sánchez, dijo que esta infraestructura es una muestra de cooperación que ayuda al desarrollo, en un momento en el que hay fuga de cerebros.

El coste de este telescopio y de sus primeros instrumentos es de unos 12,85 millones de euros, asumidos en gran parte por los institutos del consorcio alemán, que son, además del citado, el Instituto de Astrofísica de Postdam-Leibinz y el Instituto de Investigación Solar Max Planck en Katlenburg/Lindau, como socios.

También participa el IAC, así como el Instituto de Astrofísica de Göttingen y el Instituto Astronómico de la Academia de Ciencia de la República Checa.

El director del IAC indicó que Gregor permitirá saber más acerca de la estrella que rige la Tierra, pero también se utilizará para estudiar otras estrellas.

El director del Instituto de Física Solar Kiepenheuer de Friburgo, Oskar von der Lühe, recordó que hace cuarenta años se instaló el primer telescopio alemán en los observatorios del IAC, que son los del Teide y del Roque de los Muchachos (La Palma).

El telescopio solar Gregor está en el Observatorio del Teide y ayudará a comprender mejor los procesos físicos que se producen en la mayoría de estrellas del universo, y a resolver cuestiones como la forma en la que la actividad solar afecta e incluso daña los satélites y las redes de energía de la Tierra.