La plaza del Hospitalito del Doctor Mena, en Ampuyenta, luce ya la blancura con que la cal identifica a la arquitectura tradicional majorera. Durante las siguientes semanas se completará la rehabilitación del centro histórico de esta localidad de Puerto del Rosario, acción que impulsa el Cabildo de Fuerteventura a través de distintos proyectos.

El Cabildo majorero sigue apostando por diversificar la oferta turística. La rehabilitación del centro histórico de Ampuyenta persigue ofrecer a los miles de visitantes parte de la historia de la Isla. La inversión prevista para este proyecto es de 778.000 euros.

La propia plaza, la barbacana que circunda la Ermita de San Pedro de Alcántara, el aljibe que se encuentra entre la ermita y el hospitalito, acondicionado para su visita bajo tierra por los turistas, la canalización del barranco utilizando un antiguo puente de cantería, o la instalación de un templete y varias plataformas de paso son algunos de los elementos que se habilitan respetando las características arquitectónicas tradicionales.

Este proyecto se dirige a revalorizar el pueblo de Ampuyenta como "el centro histórico y cultural más importante de Fuerteventura junto a Betancuria", explica Edilia Pérez, consejera de Consejería de Obras Públicas y Carreteras del Cabildo insular. "El proceso ha sido largo y han sido varias las entidades implicadas. Primero porque ha sido necesario mediar desde el Cabildo con la autoridad eclesiástica para poder realizar las obras. Segundo porque intervienen varias consejerías y departamentos de esta institución. Patrimonio en lo que se refiere a la rehabilitación del edificio del Hospitalito, tanto en el interior como en el exterior, Obras Públicas para materializar la recuperación de todo el entorno, y Carreteras porque también se están llevando a cabo obras en la travesía que cruza el pueblo".

La principal característica de este importante proyecto de rehabilitación es que por primera vez se abre al visitante.

Hasta que comenzaron las obras en la plaza del Hospitalito, hace aproximadamente un año, este edificio construido a mediados del siglo XIX gracias al legado del histórico majorero no se encontraba en la situación más adecuada.