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Martes, 29 de Enero de 2008
Francisco Javier Viamontes Correa
Publicado en el número 194
Y llega la segunda entrega de la amplia colección de décimas firmadas por el poeta Francisco Javier Viamontes Correa, a través de las cuales explora con gran maestría los múltiples vínculos entre Cuba y Canarias.
Canarias, cuando te llamo Me llegas en un suspiro, Miro alrededor y admiro Tu vigencia en mi reclamo. Tierra lejana que amo Como a mi Cuba querida, La nostalgia es una herida Abierta en la lejanía… Por su estoica geografía Cuba a Canarias unida. De tus valores un día Mi digna abuela me habló, Sus recuerdos me contó Y yo escucho todavía. Con esa humilde osadía Canarias está en mi ser, Y en el diario acontecer Al acercarme a su orilla, Mi barco afila su quilla Para el oleaje vencer. Cada risco, breña o roca, Árbol, fruta, flor o drago En mi verso es un halago Cuando invocarte me toca. Mi imaginación es poca Para tu cumbre alcanzar, Yo me limito a cantar Tu opulenta geografía Como una humilde folia A los vaivenes del mar. Canarias, tu secular Historia es cetro de honor Desde los tiempos en flor En tu ardiente batallar. Colón logró reparar Sus naves en tu bahía, Desde aquel lejano día Que al destino desafió Y por siempre nos lego El mundo de su osadía. | De tu isleña geografía La América se nutrió Y cada isleño nos dio Un poco de su valía. Hoy son parte y armonía De nuestro común empeño Para realizar el sueño Inherente al nuevo ser, Ejemplo del buen saber Peculiar del ser isleño. De las playas y los montes, Por los pueblos y ciudades, Sin egos ni vanidades… Son varios tus horizontes. Cual singulares bisontes Sus lomos se alzan al cielo, Con ese estelar desvelo De cósmica geografía, Canarias canta y porfía Para cumplir ese anhelo. Los aromas y sabores De tu peculiar cocina, De mar, de miel y resina Me viene de los pastores. Tus heroicos pobladores Naturales y gigantes, Desde los guanches de antes Hasta los hombres de hoy, Mis reverencias les doy Sin artilugios ni guantes. Islas de cósmico alcance Y de estelar compostura, De magnífica estatura Entre dos mundos balance. Histórico y largo trance Desde el ayer al futuro, Isleño fruto maduro Entre cavernas y rocas, Paisaje que el alma tocas Con aliento de sol puro. |
Fósiles de piedra y fuego Sobre las olas del mar, Abiertas de par en par Para la dicha y el ruego. Nunca te digo hasta luego En mi perenne saludo, Cuando a tu regazo acudo Fuerte late el corazón, Al compás de la canción Volcánica de tu escudo. Islas de sal y misterio, De canto, miel y leyenda; Naturales, sin prebenda, Lo digo en broma y en serio. Perlas de nuestro hemisferio De curiosa singladura, Marinera compostura Te dan aliento y sabor, Desde babor a estribor Alzan su voz a la altura. Del Sinsonte al Tocororo, Del Tomeguín al Canario Va el mensaje solidario Hasta la tierra que adoro. De mi cedro al sicomoro Al vaivén de la palmera, Canarias, si yo pudiera En mi décima abrazarte Y desde Cuba cantarte, No sabes cuánto quisiera! Agreste, altiva y valiente Canarias me da su mano Y yo como buen cubano La saludo reverente… Islas bajo el sol ardiente De prodigiosa estatura, Hermanas en la cultura, La honestidad y el decoro, En isleña copa de oro Se forja el alma futura. | Venga el queso majorero Y el buen vino de La Palma, Para beberlo en la calma De mi aposento Gomero. Queso de cabra el primero Hasta los predios divinos, Por diferentes caminos Se degusta este manjar Del canario paladar Y las manos con buen tino. Desde Canarias al cielo Es muy corta la distancia, Que a mí llega la fragancia De las flores de su pelo. Canarias es un anhelo De roca y paisaje airado, De fuego y de mar bañado A los vaivenes del viento, Con la fuerza y el contento De un laborioso pasado. Nos une el verso y la rima, La nostalgia y la distancia Y para mayor prestancia, Nos vemos desde la cima. La controversia se anima Entre los buenos isleños, De orilla a orilla los sueños Van y vienen sobre el mar, Cual recurrente cantar De pasiones y de empeños. El Atlántico nos une Y las olas nos separan, Unas a otras se amparan Donde el verso nos acune. En su retablo impecune Cuba y Canarias se dan Las manos en el diván, En las rocas y las vegas, Son hermanas y colegas Por los caminos que van. |
Yo vengo de la Espinela, De la décima y el verso, Al compás del universo Con el machete y la espuela. De versadores la escuela He intentado conocer, Para acercarme al saber Por el impoluto atajo De la poesía y en un gajo De rimas cuelgo mi ser. Las idas y las venidas De la Espinela yo creo, Cual el gato de Morfeo Tiene más de siete vidas. Por las orillas floridas De la décima se esconde, Y salta siempre allí donde La canturía y la verbena, Mi rima se desmelena Y el hondo canto responde. Mis abuelos en su tumba De vez en cuando me llaman Y una décima reclaman Que en mis oídos retumba. A los isleños le zumba La chácara y la ocurrencia, Y con toda reverencia Aquí quiero complacerlos Para contentos tenerlos Con la mayor elocuencia. Cabras, ovejas, cochinos, Chácaras, tambores, palos, Los isleños no son malos, Los malos son los vecinos. Me quedo con los genuinos Y clamorosos isleños, Los forjadores de sueños Contra el viento y la marea, Dueños del sol y la tea, Y de su destino dueños. | La décima es un placer, La espinela una delicia, Desde Cuba hasta Galicia, Canarias, vamos a ver. Desde su lejano ayer Su rima nos acompaña, Con raíces en España Y su voz en todas partes, Es arte de nuestras artes Como el dulzor de la caña. A los isleños que un día Toda su ética me dieron, A los que ya se me fueron Y los que sueñan todavía. Perdonen la bonhomía Y el poco caudal que tengo, Pero en mis fueros mantengo La décima como herencia Y tranquila la conciencia Desde el origen que vengo. Vuelvo en décimas al seno De mis ancestros lejanos, Para tocar con las manos Su corazón sano y bueno. De sus recuerdos me lleno Y el alma reboza henchida, Ellos me dieron la vida, Valores, saber, sustancia Y aquí toda mi elegancia Isleña está redimida… Venga la décima buena A alegrar la canturía Que cuando termina el día La guitarra mejor suena. La luz de la luna llena Le da su aliento y vigor, Si cada nuevo cantor Quiere llegar a la cima, Y a combatir se aproxima La controversia es mejor. |
De la décima soy hijo Y nieto de la espinela, Que vino en barco de vela Según mi abuela me dijo. Del verso y del mar prolijo Se nutre la inspiración Y en cada nueva ocasión Cuando la décima salta, Su vigencia sigue alta Y llega a cualquier rincón. Siento el rumor de la piedra Y del musgo los olores, Del mar vienen los sabores Isleños como la hiedra. La tempestad no me arredra, Ni temo a las cabañuelas, Para ijares las espuelas Que mi corcel de futuro Aun le sigue dando duro Al verso y las Espinelas. Cuando en la noche de luna La décima me convoca, Mi guitarra sola toca Sin estridencia ninguna. Desde su lejana cuna Viene su genial portento, Las notas rasgan el viento Y alegran el corazón, Cual melodiosa canción De nostalgia y sentimiento. Desde mi lejana infancia La décima me acompaña, Lírica herencia de España Y aplatanada fragancia. Con su fértil resonancia Y palmaria compostura, La décima coge altura De los valles a las lomas Y con sus ricos aromas Flamea en nuestra cultura. | Entre isleños anda el canto Me dijo mi abuelo Antonio, Dicen que son un demonio, Pero les sobra el encanto. Todos tenemos un tanto De las islas en la piel, Y en el corazón de miel Que nos endulza y antoja, Somos el fruto y la hoja Del olivo y del laurel. Cuando me miro en el mar Como si un espejo fuera, Veo mi digna guayabera Reflejada en el palmar. Ella me invita a cantar Las folias y los sones, Viejas y nuevas canciones Al compás del auditorio, Es muy corto el repertorio Pero me sobran razones. La guayabera de ayer Del veterano apreciada, Su cubanía consagrada Nunca se debe perder. La décima es el querer Con el sombrero de guano, Valores de lo cubano Como el guateque y el son, Que venga un trago de ron Con el machete en la mano. A la sombra de una palma, Con la guitarra en la mano, Quien no se siente cubano En el cuerpo y en el alma. De la campiña la calma Y de las aves el trino, A lo lejos va el camino Que en la colina se pierde, En el azul y en el verde Esmeralda del destino. |
El misterio de la luna, La yagruma y la poesía Me laceran cada día Mi circunstancia montuna. Busco para cada una La sublime explicación, Luz, sombra y ceniza son En los espacios del arte Y son conjunción y parte Del alma y del corazón. Gomera de roca y fuego, De pinares y arrecife, Hermana de Tenerife, Quiero visitarte luego. Por tu bienestar yo ruego Y brindo por tus encantos, Ante lamentos y llantos Por cada hijo perdido, A tus predios he venido Para ofrendarte mis cantos. El fuego de La Gomera Aquel lamentable día, Se recuerda todavía Como si ahora ocurriera. Y al recordarlo quisiera Honrar los veinte valientes, Que en tus laderas ardientes A las llamas se enfrentaron Y con sus vidas pagaron Sus compromisos vivientes. Siete islas en el viento, Siete islas en el mar, Y Cuba de par en par En el Caribe que siento. Isleño ciento por ciento Con raíces de otros lares, De profundos avatares Vienen el verbo y el verso Y yo empino al universo Mis solidarios cantares. | Lo que el mar trae a la orilla Desde muy lejos nos viene, Pero nunca se detiene Ante tormentas o quilla. De las olas maravilla Su constante navegar, Que desde el fondo del mar Traen mitos y creencias, Resinas de hondas esencias Que en tierra suelen anclar. Misterios, semillas, voces Del tiempo vienen y van, Del Bíblico pez al pan, Efímeros y veloces… De corceles son las coces Cual los golpes de la vida, Hay que ganar la partida Al mar, al viento, al destino Para cruzar el camino En la última embestida. Mi canto es un viejo canto De dura madera armado, Y hasta mi orilla ha llegado Desde la pena y el llanto. Frente al dolor y el espanto Alegró la noche umbría, Fue voz de la canturía En la infancia desvelada, Y ahora es una tonada En la controversia mía. De la profunda humedad, De las costas y los ríos, De valles y lomeríos Viene nuestra vastedad. La prudencia y humildad, El coraje, la impaciencia, El ímpetu, la vehemencia, Valor, dignidad, decoro Y vengan los huevos de oro Como muestra de amistad. |
Tres continentes en uno Forman nuestra geografía, Hijos de antigua porfía Sin miramiento ninguno. De un error inoportuno, Conquista y ocupación, Tea y fuego al corazón De la ignominia y la pena, Que del alma de la quena Resurge nuestra razón. Del Atlántico sonoro Me llega la voz lejana, Desde el ayer al mañana En una botija de oro. El mar temido que adoro Es testigo excepcional Del cruce fundacional Entre diversas culturas, Fragua de vida y honduras De la calma al temporal. Cuando yo intento apresar La esencia de la poesía, La noche se me hace día Y el día cambia de lugar. La décima es un palmar, Los versos, lirios de fuego, Y cuando pretendo luego Que la musa me acompañe, Me dice que ella no tañe Las campanas con talego. Sobre la arena Canaria De tiempos inmemoriales, Por veredas y andurriales La Lucha tiene su aria. Y para constancia varia Tengo el Salto del Pastor, Juego del Palo y sudor Con el Garrote y la Vara, Un isleño no se para Hasta vencer al mejor. | La distancia nos aleja Y la nostalgia entristece Y el corazón me parece La maquina más compleja. Cuando un isleño corteja Quiere saber enseguida, Si la muchacha escogida Sus requiebros favorece, Mientras el músculo crece Más allá de su medida. Allí donde la montaña Con su voz de fuego canta, Hasta muy alto levanta A Canarias de su entraña. De fuego y humo se empaña El horizonte y el cielo, Como si de un viejo anhelo El retumbar se escuchara, Y hasta nosotros llegara La ira del dios Desvelo. De amapolas y aceitunas Y la frescura del monte, Se retira el horizonte Tras los riscos y las dunas. Las sombras unas a unas Van cayendo alrededor, Y los ecos del tambor Lejano rompe la noche, Mientras Morfeo en su coche Nos ofrece su candor. Nuestras islas marineras Van y vienen sobre el mar En constante navegar Hasta lejanas riberas. Generosas y sinceras Con el velamen al viento, Tus obras son el recuento Clamoroso del pasado, Hasta el presente forjado Con sudor y sentimiento. |
De las nubes se alimenta Nuestro Garoe milenario Y calma la sed a diario Al que su favor frecuenta. Vida y bondad representa En su agreste geografía, Al compartir su alegría Con otros seres vivientes, Tan fervorosos y ardientes Hijos de la tierra mía. | Del Tocororo al Canario Y el viento sobre la mar, Vaya el alegre cantar De un isleño solidario. Al injusto bloqueo diario La respuesta es el Coraje, Alma de nuestro paisaje De verde olivo el calibre, Y que Viva Cuba Libre Para cerrar el mensaje. |
#01 Sólo soy un principiante
Que no pretende la gloria
Sólo aprender del Maestro
Alumno ser, y me presto
Que me enseñe usted la forma
Para narrar bien el texto
Aprendiendo bien la norma
Por eso le leo todo
Lo que escribe en sus poemas
Ami me explotan las venas
Que tengo llenas de lodo
Por no poderme expresar
Mis carnes se quedan frías
Como usted lo hace al narrar
Con tanta ..........sabiduría