Revista nº 1037
ISSN 1885-6039

Inválidos. Un amor y un pueblo.

Jueves, 17 de Mayo de 2007
Eliana R. Gómez Padrón
Publicado en el número 157

Amanhui buscó a Atteneri. El jefe le había dado su mano definitivamente, no pudo contener la emoción y salió a anunciárselo. Entonces los sorprendió. Se quedó petrificado, no podía creer lo que estaba viendo. No podía creer que la propia hija del jefe, la que iba a ser su esposa, lo estuviera traicionando a él y a su pueblo. Le dolió tanto que no pudo quedarse allí y se lo contó a Bentejuí. Sintió tal deshonra por parte de su hija que la obligó a alejarse de aquel hombre para siempre. Ahora los extranjeros sabrían de la existencia de este pueblo y lo invadirían.


Antes de la conquista de las Islas Canarias, los aborígenes vivían en poblados. Había uno de ellos, cercado de montañas; un valle aislado. Los habitantes de dicho poblado tenían que contentarse con lo que daban esas tierras, ya que era complicado llegar a otros poblados y les llevaba varios días. Las tierras eran fértiles, aunque el agua escasa. Hacían rituales y plegarias para que los dioses les enviasen agua. No había grandes conflictos entre ellos. Eran familias numerosas y había algunos roces, pero nada importante.

El jefe del poblado, llamado Bentejuí, tenía una hermosa hija. Su padre quería casarla con un joven guerrero en el que había depositado su confianza, Amanhui. Éste estaba encantado por la belleza de la joven Atteneri, y había jurado a su jefe hacerla feliz. Pero había un gran inconveniente: la muchacha no sentía nada hacia él. Habían crecido juntos y lo veía como a un hermano, aunque él le había demostrado que la quería a rabiar. Su padre insistía pero ella lo rehuía cuando quería hablar sobre ello. Bentejuí no tenían más hijos, su mujer había muerto al nacer Atteneri y no quiso a ninguna como la amó a ella. En Atteneri veía a su difunta esposa y se había volcado en criarla y dirigir a su pueblo.

Habitantes de otro pueblo corrieron la voz de que llegaban hombres de otro lugar, hombres de tez blanca, que portaban extrañas armas y arrasaban con numerosos poblados.

Uno de aquellos hombres llegó de improviso al pueblo. Quería explorar y se había alejado del resto, y no fue capaz de regresar. Atteneri había ido a un lugar apartado donde se sentaba a escuchar el sonido de las olas, que la relajaban. Justo por donde apareció el hombre. Ella se asustó, pero él la tranquilizó. No le convenía que diese la alarma y que se le echase encima el poblado. Le sorprendió la belleza de la joven. Ella sintió interés por él, quería conocer a ese hombre tan extraño. Se quedaron unos instantes observándose. Luego empezaron a comunicarse y él le explicó su situación. Atteneri lo comprendió con alguna dificultad y quiso darle refugio, pero no podía llevarlo al poblado.

Lo dejó en una cueva no muy lejos de allí y le llevó provisiones. Al día siguiente lo fue a ver. En tan poco tiempo ya sentían atracción. Pero él tenía que regresar y le pidió a la joven que le mostrara el camino de vuelta. Ella preguntó de forma discreta, pues nadie podía enterarse que andaba por allí un extranjero. Desde que habían llegado noticias de que aquellos hombres arrasaban pueblos, los lugareños estaban alerta. Atteneri tardó algunos días en saberlo todo exactamente. La atracción era cada vez mayor y no podían ocultarlo. Aunque fuesen muy diferentes, estaban empezando a quererse. No quería dejarla, pero tampoco podía vivir escondido eternamente; y sus compañeros lo buscarían.

Llegó el día de su partida. Era lo correcto aunque no le gustase.

Pasaron unas semanas y ella estaba decaída; su padre lo notó pero no quiso contarle nada. La idea de contraer matrimonio con Amanhui cada vez se iba consolidando más.

Mientras tanto el extranjero estaba con los suyos. No contó lo que le había ocurrido realmente. Su mejor amigo se dio cuenta de que le pasaba algo y no paró hasta que se lo contó. Le confesó que había estado en un pueblo apartado y que había conocido a una chica de la que se había enamorado; no podía dejar de pensar en ella. No podía soportar más esa angustia, y decidió volver a aquel pueblo. Le contó a su amigo sus planes, quería acompañarlo, pero no se lo permitió. Entonces fue a buscarla.

Ella estaba recogiendo semillas con otras mujeres cuando llegó. Al verlo se apartó, y cuando estuvieron uno frente al otro de nuevo, se abrazaron como nunca.

Amanhui buscó a Atteneri. El jefe le había dado su mano definitivamente, no pudo contener la emoción y salió a anunciárselo. Entonces los sorprendió. Se quedó petrificado, no podía creer lo que estaba viendo. No podía creer que la propia hija del jefe, la que iba a ser su esposa, lo estuviera traicionando a él y a su pueblo. Le dolió tanto que no pudo quedarse allí y se lo contó a Bentejuí. Sintió tal deshonra por parte de su hija que la obligó a alejarse de aquel hombre para siempre. Ahora los extranjeros sabrían de la existencia de este pueblo y lo invadirían.

Al mismo tiempo un guerrero dio la alarma de que llegaban extranjeros. El amigo del foráneo enamorado le había contado al general lo sucedido y había decidido partir a ese lugar.

Los guerreros de ese pueblo se dispusieron a defender su tierra, sabían que los iban a invadir pero no que lo harían con tanta rapidez. No estaban tan bien preparados como los extranjeros, pero lucharían hasta morir si hiciese falta. La desvergüenza de Bentejuí fue más grande.

Comenzó la lucha, donde murieron hombres de ambos lados. Pero más aborígenes, ya que los extranjeros tenían armas más potentes y los superaban en número.

Bentejuí murió en la batalla. Atteneri se quitó la vida, no podía soportar ver tal masacre, no podía soportar el dolor de perder a su padre y a su pueblo a causa de su amor, por muy grande que este fuere.



Eliana R. Gómez Padrón es alumna de 4º de la ESO del IES La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria).


Comentarios
Viernes, 25 de Mayo de 2007 a las 11:33 am - Redacción BienMeSabe

#06 Amigo Tasarte,

este texto,como todos, no se pierde cuando desaparece en portada: queda almacenado en la sección a la que pertenece. En este caso, en la llamada \"Leyendas y Cuentos\". Con tan solo pinchar en ella en el menú de secciones de la izquierda podrás encontrar siempre esta y otras leyendas.

Saludos.

Viernes, 25 de Mayo de 2007 a las 11:20 am - Tasarte.

#05 Al de la pagina Bienmesabe q mantenga la historia una semana mas, para que la lean algunos amigos.

a Dominick Vila que la historia que comenta, es en la gomera y no tiene relacion, se ve que una historia inventada porque los personajes son de diferentes parte de la isla de Gran Canaria, ademas la historia de Hautacuperche es muy diferente, si quieren saber esta historia pueden desde oirla o leerla en la pagina, donde si hay leyendas reales y historicas www.mundoguanche.com, explica muchos personajes que ella menciona en la historia. Aunq nunca hay q restales o criticar a esta historia nueva que no esta basada en hechos reales pero es bueno que empiecen haber personas que escriban y sueñen con nuestro pasado. Interesados tema tambien te puedo pasar conferencias cueva pintada. correo noxes79@hotmail.com

Jueves, 17 de Mayo de 2007 a las 22:05 pm - Ángel

#04 Muy pocas veces he leído una historia tan emotiva. Es preciosa!.

Lo sorprendente, además, es que la escriba alguien tan joven. De seguir así, tiene un futuro increíble.

Gracias, Eliana, por deleitarnos como lo haces, y, sigue adelante.

Jueves, 17 de Mayo de 2007 a las 21:37 pm - Eliana

#03 Al autor del primer comentario le quiero dar las gracias, la verdad, a mi también me conmovio su comentario. Y con respecto al segundo, no he tenido el gusto de leer la historia que menciona con lo que no he podido basarme en ella, también darle las gracias.

Jueves, 17 de Mayo de 2007 a las 17:47 pm - Dominick Vila

#02 Muy bonita la historia que relatas. Podrias aclarar si existe relacion entre esta historia y la de Hernan de Peraza con una princise aborigen que termino en la muerte de Peraza a manos de un guerrero llamado Hautacuperche cuando Peraza salia de una cueva despues de un en cuentro amoroso con su amante; y que dio lugar a la exterminacion de numeros aborigenes cuando Beatriz de Bobadilla, la viuda de Peraza, pidio ayuda a Pedro de Vera?

Jueves, 17 de Mayo de 2007 a las 12:28 pm - Tasarte

#01 Esto es si una bonita historia, para una pelicula ya que ultimamente el munto cinematrografico, esta quemado y repite las mismas historias, o peor plajian antiguas peliculas, esta historia, deberia conmover algun director joven de cine canario y ver que tiene una salida grandisima, y es una gran forma de difundir nuestra cultura. Antes de todo deberia haber empezado a saludar, agradecer y felicitar a ala autora de este relato, porque me ha conmovido bastante esta historia. Ahul